Los corruptos no son de izquierda

Hace unos días nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señaló en su conferencia matutina que el corrupto no era de izquierda y por lo tanto quien se dijera de izquierda y fuera corrupto, realmente no era de ese espectro político. Al contrario, dijo que la derecha y los conservadores son los corruptos. Sobre eso reflexiono en el presente escrito.

La corrupción en el capitalismo

Uno de los debates contemporáneos importantes en la política mexicana ha sido el de la corrupción y todas sus dimensiones que tiene. El ojo del huracán en los actos corruptos lo ha puesto AMLO al ser una de sus principales críticas al modelo económico y político que ha imperado en nuestro país.

Frases como todos somos corruptos o todos robamos no ayudan en absoluto a comprender el tema. Pues al igual que en todo acto de la realidad, depende mucho las cantidades y los contextos socioeconómicos de quienes lo realizan. No es lo mismo una persona que da una “mordida” a un policía que un empresario o funcionario público que roba miles de millones de pesos del erario público.

Y es que si bien estamos contra toda corrupción, nuestro enfoque si es uno de clase social (el de AMLO lo es) que ataca a las clases privilegiadas que se han enriquecido mediante la explotación de la gran mayoría y a través de fraudes gigantescos en detrimento del pueblo. 

El mismo neoliberalismo en lo particular y el capitalismo en lo general dependen de la misma corrupción para su funcionamiento. Necesitan de acciones corruptas para poder realizar la acumulación de capital y la extracción de plusvalía (robo del trabajo ajeno). Y es que la misma explotación desmedida contra millones de trabajadoras y trabajadores es uno de los actos más corruptos existentes.

La “verdadera izquierda”

Como el neoliberalismo se alimenta de la corrupción para poder funcionar y continuar con su régimen de profundas desigualdades sociales, quienes estén contra esa sociedad injusta necesariamente se colocan en el espectro político de la izquierda. Ser una persona anticorrupción es ser izquierdista.

Las personas de izquierda históricamente luchan (la mayor parte del tiempo a contracorriente) por una vida digna para la mayoría de la población que se encuentra de muchas formas sometida a la minoría más rica que gobierna la sociedad a su imagen y semejanza.

Esa lucha necesariamente va contra el capitalismo y contra la corrupción. Hace no mucho le preguntaban al influencer y analista político Diego Ruzarín si la 4T era de izquierda, él respondía que para ser de izquierda se necesitaba una crítica al capitalismo, la cual la Cuarta Transformación si la tiene al centrar sus críticas en la corrupción y en la distribución injusta de la riqueza.

Somos de izquierda

Aunque algunos comentócratas de derecha nos señalan de puristas porque nos guiamos por principios de justicia social y con una ética y moral inquebrantables, lo cierto es que no somos como ellas y ellos, nosotras y nosotros si luchamos por un mundo mejor para la colectividad y no para unos cuántos. Ellas y ellos desprecian al pueblo, nosotras y nosotros le amamos y formamos parte de él con gran orgullo. Es bonito ser de izquierda y poner la política en beneficio de las personas más marginadas.

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