El periodismo crítico no solo es necesario, es indispensable para abonar a la construcción de una sana política.
Cada que entra en funciones un político me pregunto si cumplirá por lo menos con un poco de lo prometido en campaña. Sé por experiencia como cualquier ciudadano en México: que como dice el dicho; “prometer no empobrece dar es lo que aniquila”. Y si que se han dedicado los políticos durante toda la época del prianismo a servirse con la cuchara grande. Apropiándose de los mayores recursos naturales, industriales y humanos, así como aniquilar durante alrededor de un siglo el desarrollo económico. Siempre acotado por la enorme corrupción de los políticos que han visto la administración pública como botín y trampolín político y empresarial.
Con negociaciones en lo oscurito, a través de licitaciones entre compadres políticos; en una enorme cadena de cuotas y favores entre los que se reparten el botín. Eso ha sido la política en México. Eso esperaríamos que no sea el modus operandi en el todavía nuevo partido de Morena, que llevó al poder a un presidente diferente, más cercano al pueblo y a sus luchas.
¿Cómo es que nos enteramos de lo que está mal? ¿De lo que hace falta por hacer? ¿Quién se mete a investigar? ¿Quién pone el dedo en la llaga? ¿Quién corre el riesgo aún y a costa de su vida? ¿De verdad el periodismo es el cuarto poder?¿No se han pervertido muchos al grado de caer en el cinismo?
¿Se puede escribir con ojos ciegos? ¿Se puede teclear o empuñar un lápiz con las manos atadas? Es decir; ¿si te dicen qué decir y cómo decirlo? ¿Cuál es el deber del periodista?
Me pregunto todo esto, mientras reflexiono sobre lo aprendido durante el oficio del periodismo, así como lo aprendido en el aula. El periodismo como tarea fundamental para crear contrapeso entre los abusos de los poderosos. Llámense políticos, empresarios, jueces, jerarcas religiosos, líderes de opinión. Así como identificar los lugares y las personas que cometan abusos, y darlo a conocer: ¿para qué? Para ayudar a aminorar los mismos. ¿Qué es lo que pretende el periodismo? ¿Castigar? Y la respuesta es darlo a conocer, con la mayor objetividad posible, con hechos. Dar respuesta en cada nota al qué, dónde, cuándo y por qué. Con honestidad.
El periodismo no es, en definitiva, lo que hace Televisa, no es lo que hace TV Azteca, ni muchos de los que salen en los medios electrónicos, youtube etc., despotricando a diestra y siniestra. O sea no te hace periodista un micrófono, ni una cámara.
Es una profesión que se estudia en la Universidad y que tiene el grado de Ciencia Social, al igual que la Sociología, el Trabajo Social, la Ciencia Política. ¿Qué es lo qué lo hace profesional? el estar apegado a la verdad, y el saber cómo decirla. Tiene un orden y obviamente una metodología, que no obedece a lo visceral, ni a la pasión del momento, ni al mejor postor.
Por eso hago un llamado desde esta modesta trinchera a que recordemos que sin el contrapeso del periodismo crítico. Los que con nuestro voto se convierten en poderosos (políticos) son “servidores públicos” al servicio de la nación y que no debieran perder el piso. Entre el potente afrodisiaco de no solo ser escuchado/da, si no, incluso reverenciado. Por la costumbre tan arraigada en Latinoamérica: el culto a la personalidad del que consideramos poderoso por parte del de a pie, población civil, hacia el que tiene poder; al que es visto, escuchado, tomado en cuenta. Antes; en las postrimerías de la civilización prehispánica el llamado señor tlatoani, después en la etapa colonial: los reyes, virreyes o el señor feudal (dueño de tierras y almas) – ahora (simplemente famosos) El culto al que tiene una tribuna – la que sea (líderes de opinión) Y por este fenómeno nos dicen lo vi en la tele, lo escuché en el radio. No importa quién lo dijo, simplemente lo replican como verdad. Y quién lo dijo en los medios no siempre es en sentido estricto un periodista, y menos un profesional del periodismo. Es decir con una preparación social, una metodología y lo más difícil estar al servicio de la verdad, de la objetividad aún y con los sesgos ideológicos.
Es un tema complejo para la población en general identificar el periodismo crítico (esa es su esencia) pero ¿cómo saber? ¿cómo identificar a un periodista de un merolico, que obedece al mejor postor? De un López-Dóriga, de un Alatorre, de un Loret de Mola…que envenenan y tergiversan la realidad y que quieren hacer creer que todos los políticos y servidores públicos son iguales. Que es lo mismo el Fobaproa con el que se salvó a 30 familias de banqueros y empresarios, coludidos con políticos, como el presidente Ernesto Zedillo. Fondo que utilizó las reservas económicas del país y que endrogó a cada mexicano que nace y del que solo se llevan pagados billones de pesos. Y no, no es lo mismo que el apoyo actual al pueblo de México, la tarjeta del Bienestar que le ha regresado un poco de esperanza y dignidad a los Adultos Mayores. Así como a los padres de niños y adolescentes que ahora pueden tener un respiro con las Becas para seguir estudiando, y a las Personas con Discapacidad que tienen un apoyo económico.
Al pueblo de México nadie le ha condonado intereses, ni lo ha rescatado de la pobreza al que lo han enviado las políticas neoliberales que con cada crisis lo han hundieron en más pobreza.
Y siguiendo el hilo con el que iniciamos esta plática sobre la necesidad del periodismo como contrapeso indispensable que permita un ejercicio más sano de la política. Que nos permita identificar el proceder injusto de un funcionario público, de un político, o de un empresario que cause daño a la población.
Por eso una sociedad democrática necesita un periodismo crítico. Uno que vele por los que no tienen voz y que ponga con reflectores al que infringe la ley. Al que abusa de su puesto. Por lo mismo considero que no se pueden pasar por alto a funcionarios que en su administración han hecho actos corruptos. En este sentido es fundamental señalar a esos políticos. Y me viene a la mente un funcionario, exalcalde de Xochimilco y diputado de Morena que actualmente tiene un puesto en el gabinete de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum y que ha sido un personaje acusado de malos manejos y nepotismo durante su gestión en Xochimilco, así como de acoso, represión y autoritarismo denunciaron habitantes de la Alcaldía (publicado en La Jornada/abril 2024) La política es necesario que deje de ser utilitaria y siga dando poder a personajes oscuros, cobijados por las siglas de un partido, aunque sus acciones sean incongruentes en este caso, con el fin y plataforma política de Morena y la 4T. Con esto acabo, y hago una reflexión sobre seguir haciendo un periodismo crítico.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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