Los más recientes sucesos en nuestro país han evidenciado la manipulación mediática a la que hemos sido expuestos desde hace más de 60 años, aunque nunca como en este periodo de gobierno progresista.
Durante muchos años solo existía la versión “oficial” de los sucesos de mayor trascendencia, que afectaban el bienestar de las mayorías, asi fuera en el ámbito económico, político, social, de salud o de seguridad, siempre se fomentaba la versión oficialista, buscando controlar el flujo informativo alabando o justificando las acciones de los distintos gobiernos, durante todo el periodo de la guerra sucia, neoliberal del Prianato.
Podríamos enumerar la cobarde postura de los medios más influyentes que en su momento ocultaron sucesos tan vergonzosos como la Masacre Estudiantil del 68, el Halconazo del 71, Aguas Blancas, Atenco, Ayotzinapa o las crisis económicas provocadas por gobiernos corruptos como el Fobaproa, las perdida de la soberanía con la venta indiscriminada de empresas del estado como, Imevision, Teléfonos de México, o de la Banca Nacional, o la Guerra contra el narcotráfico donde los medios más influyentes acordaron guardar silencio en torno a la violencia y muerte provocada por la crisis de inseguridad, que todavía se refleja en varias zonas del país…
Parece mentira, pero durante muchos años nos acostumbramos a digerir de manera amarga, las mentiras promovidas por líderes de opinión, periodistas y los llamados expertos o especialistas, manipulando la información de manera cínica, pero nunca como en los últimos días donde de manera absurda se ataca a una veintena de periodistas, comunicadores llamados youtubers y activistas de las redes sociales. Atentando contra la libertad de expresión a la que tenemos derecho de acuerdo con a los artículos 6 y 7 de nuestra carta magna.
Es probable que hoy como nunca los miembros que forman parte de la mafia del poder se vean cercados por la evidencias mostradas en cadena nacional mediante algunos medios digitales alternativos, pruebas transmitidas durante “la mañanera” en voz del presidente, reportajes de investigación, desmentidos de noticias falsas…
No obstante la lección mostrada por la ciudadanía durante la elección donde fue electa la doctora Sheinbaum, bajo el proyecto de la 4T con el llamado al plan C que logro con creces la mayoría calificada en la cámara de diputados y a dos escaños de alcanzarla también en la de senadores, aún con la fortaleza mostrada por el pueblo, los opositores siguen utilizando de manera indiscriminada y mafiosa a la mayoría de los medios convencionales de manipulación para tratar de justificar sus tropelías.
Afortunadamente la mayoría en la sociedad se da cuenta de la estrategia maquiavélica utilizada por la Oligarquía en torno al manejo de sus medios, ha optado por cuestionar la honestidad de los otrora líderes de opinión atreves de sus canales de difusión, prensa, radio, TV y medios digitales que tienen a su servicio. Así mismo hemos encontrado una mejor opción en los medios llamados alternativos para difundir información y como existe también la libertad que proporcionan estos medios alternativos de participar de manera directa, como en este espacio. Ya no dependemos de lo que los dueños de los medios corporativos decidan difundir como información.
Es importarte aprovechar la oportunidad que tenemos como ciudadanos en pleno uso de nuestros derechos, de terminar de una vez por todas con la farsa mediática y apoyar a los comunicadores que con profesionalismo y honestidad promueven el derecho a la libertad de expresión, seguir difundiendo de manera masiva la información de comunicadores probados por su honestidad y al mismo tiempo desmentir a los mercenarios de la información.
El apoyo a la veintena de comunicadores acosados por el magnate, evasor Salinas Pliego debe ser ejemplar, pues atenta en contra del derecho a la libertad de elección de más de 36 millones de mexicanos que optamos por un país con libertades plenas.
No al acoso de comunicadores por parte de los Oligarcas, defendamos nuestro derecho a elegir nuestro canal de información. Viva la libertad de prensa y el derecho a la libre expresión de la ideas.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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