La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Lenia Batres Guadarrama, lanzó una fuerte advertencia durante una sesión reciente, al señalar que si la Corte reencauza las consultas a trámite que buscan frenar la reforma judicial, estaría cometiendo lo que calificó como un “auténtico golpe de Estado”.
Al inicio de la sesión, Batres se sumó a la postura de sus colegas, las ministras Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel, quienes han rechazado enérgicamente la posibilidad de aceptar las consultas interpuestas por jueces federales, que buscan detener la implementación de las reformas. Batres denunció que esta maniobra pretende subordinar el trabajo del poder constitucional reformador, que ha participado activamente en el proceso de modificación del sistema judicial.
Un intento por socavar la reforma judicial
Lenia Batres señaló que la SCJN estaría “soslayando completamente el principio de separación de poderes” si acepta estos recursos inconstitucionales. En sus palabras, permitir que la Corte detenga la reforma judicial no solo deslegitimaría los avances logrados por el poder reformador, sino que también transformaría a la Suprema Corte en un “supremo poder conservador”, una posición que no se había visto ni siquiera en los tiempos más acérrimos del conservadurismo del siglo XIX.
“Es inaceptable atribuir facultades meta constitucionales a esta Suprema Corte, ya que esto sometería a los otros poderes de la Unión y afectaría gravemente la supremacía constitucional”, afirmó Batres en su intervención.
Respaldo de ministros y el riesgo para la reforma
Hasta el momento, tres ministros —Javier Laynez Potisek, Luis María Aguilar y Margarita Ríos Farjat— se han pronunciado a favor del proyecto propuesto por el ministro Juan Luis González Alcántara, que apoyaría frenar la reforma judicial. Con estos cuatro votos, aún faltan dos para alcanzar una mayoría simple de seis, que sería suficiente para reencauzar las consultas y detener la reforma.
Sin embargo, el bloque liderado por Batres, Ortiz y Esquivel sigue firme en su defensa de la reforma judicial, argumentando que el control constitucional no debe ser utilizado para frenar el avance de los poderes reformadores del Estado.
Un golpe contra la separación de poderes
La advertencia de Lenia Batres refleja el riesgo que corre la separación de poderes si la SCJN sigue adelante con la suspensión de la reforma judicial. Aceptar estos recursos inconstitucionales no solo obstaculizaría un proceso democrático, sino que también pondría en manos del poder judicial una influencia desproporcionada sobre las decisiones de los otros poderes de la Unión, violando la estructura democrática del país.
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