El presidente Andrés Manuel López Obrador abordó los conflictos entre el exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, y la Fiscalía del Estado, calificándolos como “un asunto completamente político”. Durante su conferencia matutina, López Obrador aseguró que estas disputas responden a venganzas políticas, y recordó que él mismo fue víctima de una situación similar, cuando le fabricaron un delito con el objetivo de desaforarlo y evitar que fuera candidato a la Presidencia.
López Obrador explicó que las diferencias entre Corral y la actual gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, se originaron por la denuncia que Corral impulsó contra el exgobernador César Duarte, acusándolo de corrupción. Según el presidente, la investigación realizada durante la administración de Corral reveló que Duarte utilizó dinero público para financiar campañas políticas, involucrando no solo a políticos de Chihuahua, sino también a figuras de otras partes del país, incluyendo a políticos cercanos a Manlio Fabio Beltrones.
El presidente también denunció que César Duarte obtuvo su “libertad condicionada” gracias a su relación con la actual gobernadora, lo que generó un clima de venganza política. En ese contexto, la Fiscalía de Chihuahua acusó a Javier Corral de desviar 90 millones de pesos, y el Poder Judicial de Chihuahua se encarga de llevar el juicio. “Es un asunto completamente político”, reiteró López Obrador, subrayando que los medios de comunicación no han dado el contexto completo de esta situación.
Finalmente, López Obrador mencionó otros casos de “promiscuidad política” entre políticos del PRI y del PAN, citando ejemplos como los hermanos Moreira en Coahuila y el exgobernador de Puebla, Mario Marín, para ilustrar cómo las alianzas y rivalidades políticas han influido en los procesos judiciales en el país.
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