La incorporación de México a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) surgió de la necesidad personal de Carlos salinas de Gortari, para demostrar que dejaba el gobierno de México con una economía boyante a tal grado que podría incorporarse a grupos como éste que en realidad nada ayudan al desarrollo de los países miembros. Simplemente dictan medidas restrictivas para uniformar criterios sobre la política, la educación, la economía y la cultura.
Cuando algún país quiere salirse de estas reglas de adoctrinamiento neoliberal los voceros de la OCDE envían un regaño al país que quiere salirse del redil.
Para comprobar esto podemos ver la actuación del integrante del equipo de Xóchitl Gálvez, José Ángel Gurría Treviño, quien cuando fue presidente de esa organización se la pasaba regañando presidentes mexicanos y amenazaba exhibir su política al mundo entero por no obedecer los lineamientos.
La OCDE es una manera de ordenar la política de los países miembros en favor de un conservadurismo que empieza a olor a podrido. Se trata de un adoctrinamiento a los modelos impuestos por Estados Unidos para que los países miembros obedezcan las reglas en la economía, la salud, la vivienda, la educación etc.
La organización no ofrece ningún beneficio para los países miembros, sólo la retroalimentación para reproducir los esquemas que impone Estados Unidos.
Pero considera que hay grandes beneficios pertenecer al organismo ya sí lo anuncia “La OCDE ofrece a sus miembros, asociados e invitados un canal de intercambio de experiencias y mejores prácticas, la generación de estadísticas comparables, apoyo a la cooperación internacional con un particular método de trabajo y diálogo franco y abierto para la mejora de las políticas en el contexto nacional y la promoción de reformas para mejorar el bienestar de las personas”.
Es decir, no hay nada concreto que pueda ofrecer la OCDE que no sea manipulación e imposiciones.En este panorama se atribuye el derecho a amenazar sin más evidencia que sus propios estudios información como ésta: “Se redujo la perspectiva de crecimiento económico de México para el 2024 a 2.2% desde 2.5% estimado en febrero”.
Asegura que la causa será provocada por una ligera caída de la economía de Estados Unidos, como si no se hubiera demostrado que el peso y el dólar ya no caminan juntos. Al contrario, mientras uno sube el otro, baja.
Las presiones para que nuestro gobierno adquiera deuda, obedezca los lineamientos de la casa Blanca tiene que ver con sus pronósticos que parecían más bien como amenazas: “Ante este panorama, se prevé una inflación de 4.5% para este año, la cual se desacelerará a 3.1% para el 2025. México sería el quinto país del G-20 con inflación más alta en el 2024, sólo por detrás de Argentina (208.1%), Turquía (55.5%), Rusia (7.4%) y Sudáfrica (5.3 por ciento)”.
Sus pronósticos y análisis han servido para tergiversar la realidad de México, de por sí alterada por los medios de información convencionales.
En cuanto a la educación México adoptó una posición que la oposición pegó el grito en el cielo. Hacer caso omiso de la prueba PISA que impone la OCDE a los países miembros y que intenta obligarlos a seguir con precisión.
El Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, PISA, es un estudio coordinado por la OCDE para evaluar las habilidades y conocimientos de los estudiantes de 15 años en Lectura, Ciencias y Matemáticas. Sí la advertencia de la organización advierte que la aplicación de la prueba en México para el año 2025 está en riesgo, debido a que se han suspendido los requerimientos para implementar el estudio en el país el próximo año. Por lo que México no está obligado a participar en la Prueba PISA en 2025.
La oposición de derecha, acostumbrada a pensar que lo mejor está fuera de las fronteras del país, que no hay nada mejor que lo hecho en Estados Unidos, protesta porque México todavía no se ha comprometido a continuar con esto.
El actual gobierno se ha esforzado con más de 800 horas de trabajo para darle identidad a la educación y no depender de los lineamientos del extranjero, ya que cada país debe decidir sobre el método que utiliza para la educación de sus niños y jóvenes.
La llegada de Carlos Salinas, con el pretexto de una globalización donde entrábamos con calzador, creó la idea de que la economía de México era parte importante del mundo, a pesar de que situaciones reales como el valor del peso lo contradecían, en ese sexenio se devaluó 39.52 por ciento, lo cual contradice que el auge económico era una realidad. Pero el siguiente sexenio el de Ernesto Zedillo, el peso se devaluó 203,32 por ciento. Esa era el estado real de la economía.
La OCDE señala que México no ha cumplido con los requisitos necesarios, entre ellos, el pago de la cuota para realizar la prueba. “La participación de México en la próxima ronda PISA 2025 está actualmente en riesgo, ya que tengo entendido que los preparativos necesarios para implementar el estudio se han suspendido”, escribió Andreas Schleicher, director de Educación y Competencias de la OCDE.
Es tiempo de reconsiderar no sólo seguir en la prueba PISA sino en la OCDE que sólo ocasiona gastos al país. La cuota de cada espacio se calcula en función de su economía y otros factores, dinero que financia las actividades, incluyendo los sueldos millonarios de los ejecutivos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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