La marcha y el Humanismo mexicano

“… la multitud no odia, odian las minorías. Porque conquistar derechos provoca alegría, mientras que perder privilegios provoca rencor”.

Mensaje en una de las decenas de pancartas que circularon este memorable domingo por las calles.

Con el fin de confrontar las versiones que la narrativa opositora utilizó para menospreciar lo que sabía ocurriría con la participación multitudinaria en la marcha del domingo 27, por decenas se mostraron carteles para ironizar acerca del supuesto acarreo.

Así lo mostró aquel que enfatizaba soy acarreado de mi conciencia y que sintetiza realmente el orgullo con el que miles y miles de mexicanos asistimos a la celebración por el cuarto año del gobierno de la Cuarta Transformación.

La pasión y el amor mostrados hacia el presidente puede constatarse con tan solo contemplar alguno de los videos que por todas las redes sociales y en transmisiones en directo y en programas posteriores en Youtube pueden apreciarse cabalmente y para ello no hay forma de fingir o pretender simular. Una vez más la expresión del amor con amor se paga.

Sin duda una expresión histórica e inédita no solamente en nuestro país sino en amplias zonas del mundo ya que se llevó a cabo para mostrar la simpatía y el respaldo a una figura presidencial a cuatro años de iniciado su mandato, con todas las desventajas que conlleva el desgaste político para una figura pública. En el caso de López Obrador la fortaleza de su imagen se vio refrendada una vez más.

Además de la enorme satisfacción que representó esta conmemoración con la toma de las calles por parte del movimiento Lópezobradorista, ayer acudimos a la acuñación oficial del Humanismo mexicano. Como preámbulo el presidente reafirmó su Por el bien de todos, primero los pobres, y señaló que: “… esa frase debiera ser la esencia de la actividad política porque es sinónimo de humanismo y una forma distinta de entender la importancia del poder, cuyo ejercicio, como he dicho muchas veces, solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás”.

Asimismo, aseguró que ahora lo principal es tenerle amor al pueblo… Sin ese sincero sentimiento, nada bueno se puede hacer en la vida y menos en la política… La auténtica política es profundamente humana en su fundamento, esencia y, sobre todo, cuando se practica en bien de todos…”.

La pregunta que hizo López Obrador fue ¿Cómo definir en el terreno teórico el modelo de gobierno que estamos aplicando? Mi propuesta, indicó, será o sería llamarle Humanismo mexicano. Porque si tenemos que buscar un distintivo Humanismo mexicano, no solo por la frase atribuida al literato romano Publio Terencio de que ¨nada humano nos es ajeno¨ sino porque nutriéndose de ideas universales, lo esencial de nuestro proyecto proviene de nuestra grandeza cultural milenaria y de nuestra excepcional y fecunda historia política. Y continuó planteando cuáles son los principios económicos, políticos y sociales del Humanismo mexicano y que inspira a la Cuarta Transformación.

Y al ofrecer explicarlo de manera breve dijo: en lo político no aceptamos el derrotismo, estamos a favor de lo que expresó el padre de nuestra Patria Miguel Hidalgo y Costilla, el pueblo que quiere ser libre lo será. De igual manera, en el terreno de la democracia, consideramos básico actuar como el insigne presidente Francisco I. Madero… quien llamó al pueblo de México a tomar las armas contra la dictadura porfirista… cuya prosperidad solo beneficia a una minoría, no al pueblo ni a la nación.

De este criterio se desprende también nuestro fundamento de política económica pues sostenemos que el progreso sin justicia es retroceso. Nuestra tesis es que no basta el crecimiento económico, sino que es indispensable la justicia. La nueva política económica moral y social aplicada desde al principio del gobierno actual ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que, a decir del presidente, no necesariamente reflejan las realidades sociales, ya que lo fundamental no es cuantitativo, sino cualitativo, es decir la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza…

Continuando con la descripción del modelo de gobierno López Obrador puntualizó que más allá del simple crecimiento económico, es fundamental desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todo lo obtenido y ahorrado en beneficio de las mayorías del pueblo y de manera específica en beneficio de los más pobres y marginados. En cuanto a la estrategia de política social indicó que ésta descansa en respetar y atender a todas y todos otorgando preferencia a los pobres y humillados… la frase primero los pobres… debería ser la esencia de la actividad política, porque es sinónimo de humanismo y una forma distinta del poder cuyo ejercicio, como lo he dicho muchas veces, solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás…

E interroga ¿quién defiende a un gobierno democrático? Y él mismo respondió: el pueblo, básicamente el pueblo. Recordó la famosa frase de Ricardo Flores Magón solo el pueblo puede salvar al pueblo y añadió lo dicho por el presidente Benito Juárez con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Y afirma contundente por eso nunca vamos a traicionar al pueblo… nada se logra sin el pueblo.

La descripción del Humanismo mexicano finaliza con un consejo dirigido a los jóvenes que pretendan dedicarse al noble oficio de la política que no olviden que lo principal es tenerlo amor al pueblo, querer al pueblo, profundo amor al pueblo… Refiriéndose al presidente Lázaro Cárdenas recuerda que a él le mortificaba el disgusto mostrado en los semblantes de funcionarios públicos ante la demanda de auxilio o de justicia de la gente pobre…

La auténtica política es profundamente humana en su fundamento, en su esencia, sobre todo cuando se practica en bien de los demás y en especial de los pobres. Una conclusión, acorde con lo planteado en su mensaje luego de la marcha resulta ilustrativa y de gran reflexión para quienes defendemos el cambio de régimen, el presidente la formula a través de un entrañable llamado a que sigamos haciendo historia, a continuar impulsando el cambio de mentalidad, la llamada revolución de las conciencias, a que hagamos realidad el Humanismo mexicano.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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