Nos encontramos en el mes patrio, momento del año en que se conmemora el inicio de la independencia; hecho que comenzó la madrugada del 16 de septiembre de 1810. En ese acto histórico, Hidalgo incita al pueblo de Dolores a rebelarse contra el yugo español para dejar de ser un virreinato y así, conformar un país libre y soberano que con el paso del tiempo y el triunfo del movimiento insurgente, sería llamado México.
Como en aquellos tiempos convulsos, en que existieron traiciones a la causa independentista, que ralentizaron la transición hacia la nueva realidad plasmada en los posteriores tratados y constituciones de la república incipiente, existen en nuestros días, personajes y agrupaciones decididas a detener, a como dé lugar, los cambio en favor de los más necesitados. Las herramientas de las que se valen dichas personas, no son otras que el uso de favores y acciones leguleyas, en la mayoría de las ocasiones, con el involucramiento de fuertes sumas de dinero, para disminuir el impacto y alcance de las obras que ayudan a transformar la vida pública del país.
De entre esas acciones, una de las más deleznables ha sido la injerencia del INE para coartar la libertar de expresión que ejercen en sus redes sociales PERSONALES, varios ciudadanos afines al movimiento de la 4T que inició el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Si bien, el hecho histórico al que hacía referencia al principio del texto, tuvo lugar hace más de 200 años, al parecer en la mencionada institución electoral, existen quienes creen que forman parte de un virreinato. Se creen más poder que el poder, cuando acotan ya no solo las palabras o los actos que pueden llevar a cabo altos mando de la política, sino que ahora pretenden, -en un alarde de soberbia y desprecio por el pueblo-, censurar mediante el uso de argucias legales, la opinión que cada persona tiene para ejercer, como parte de sus derechos humanos universales.
A los señores consejeros del INE se les olvida que, la libertad de expresión ¡NO SE TOCA!, pero también parece inverosímil que desde las trincheras del conservadurismo rancio, que está haciendo todo lo posible por detener ese cambio mencionado con anterioridad y del que son aliados en ideología política quienes mandan en el repudiado instituto de pensamiento virreinal, se denuncia una dictadura que no existe, por parte del presidente de México, pero callen como momias las tropelías de los representantes blanquiazules y tricolores. ¿Será acaso que les gana su amor por el dinero antes que a la patria?, ¿será que les gana su obsesión de poder antes que respetar los derechos de todos?, ¿será acaso que no les importa más lo que piense la gente, con tal de recuperar sus privilegios?
Lo cierto es que nos encontramos en los albores de una batalla, que no tiene solo 4 años (casi), y que enarbola el esfuerzo de contar, no solo con democracia para elegir a quienes queremos que nos representen, sino que además exigimos que quienes así lo hagan, nos gobiernen bien; tampoco debe sorprendernos la lucha contra los antipatriotas, que se hacen pasar por personas de buena familia, rectos y elegantes, que emplean la verdadera censura contra las ideas y cuestionamientos que los afectan y que evidencian su complicidad y asociación con líderes conservadores, que al día de hoy son repudiados por actos deshonestos que buscan perpetuarse en el poder y mantener sus privilegios.
Lo de ellos es preservar un carácter virreinal en el medio de la transformación de un país al que no aman, mientras atacan a un pueblo que prefieren callado y sumiso. ¿Tú, qué piensas?
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios