La hora de la verdad

Este domingo se cumplirán 70 días de recorridos dentro el país por parte de Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco.

Los 6 tuvieron el tiempo para crear un discurso, una narrativa, una imagen y una proyección de cara a la encuesta que se levantará a partir del próximo lunes, cuyo resultado se dará conocer el 6 de septiembre.

Los acuerdos firmados fueron violados en menor o mayor medida por la gran mayoría de los competidores; en mi visión personal sólo dos se salvan y están dentro del ánimo presidencial: Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum. Ambos tienen la mayor cantidad de asambleas informativas, Sheinbaum realizó más de 100 eventos, mientras que Adán Augusto terminará en caso 200 asambleas.

Ambos respetaron el acuerdo de no ir a medios conservadores, y reaccionarios para difundir su perfil e imagen.

Ambos han llevado el mensaje que el presidente López Obrador transmite todos los días desde la conferencia matutina: La revolución de las conciencias.

Ambos han hecho mutis sobre ataques recibidos por otros aspirantes y se han rehusado de atacarse mutuamente de manera pública.

Ahora la gran preocupación no es quién puede consolidar la Cuarta Transformación, sino quién puede asegurar la unidad; una unidad urgente e ineludible si se quiere garantizar el movimiento fundado por López Obrador.

¿Quién de los dos podrá asegurar unidad entre las estructuras y fuerzas políticas de los otros 5? En un mundo ideal se hubiera esperado compañerismo y virtudes, pero la izquierda de manera histórica y sistemática ha demostrado que cuando detenta el poder, sus pugnas internas terminan por implosionar cualquier proyecto. 

Todos cargan con toneladas de dinamita, pero eso no es lo peligroso; habrá que preocuparse cuando alguien encuentre el primer fósforo. El momento de la verdad ha llegado y es hora de que el país decida de una vez por todas si quiere transformación o regresión.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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