La falacia de la estadística

Hace un par de semanas, me llegó la invitación para responder una encuesta del paneline de Mitofsky que trataba sobre “la evaluación del presidente”. Abrí con interés el enlace y comencé a responder, aproveché para tomar algunas capturas de pantalla para evitar un sesgo en las impresiones que me producía la forma en que estaban construidas las preguntas. Al inicio de las encuestas siempre se colocan datos de identificación poblacional que son casi siempre las mismas: sexo, edad, estado de residencia, nivel máximo de estudios, me pidieron también un correo electrónico y además de manera opcional un teléfono.

Ya cuando comenzaron las preguntas me sentí muy desilusionada. Las primeras están construidas con una escala tipo Likert, que sin duda alguna vez las han visto, esas donde uno responde me gusta mucho, me gusta, ni me gusta ni me disgusta, me disgusta y me disgusta mucho. O te dan una afirmación y te dicen del 1 al 5 donde 1 significa me gusta y 5 no me gusta cómo calificarías nuestros siguientes servicios y uno coloca una marca en la opción deseada. 

Resulta que como condición cuando generas una escala de ese tipo lo más frecuente es que tenga cinco opciones que vayan en una escala de menos a más y un neutro. Además, no suelen ser preguntas, sino afirmaciones ya que la respuesta es un nivel de experiencia sobre algo concreto. Los expertos de Mitofsky en la pregunta 2 dicen: “Usted en lo personal ¿siente que la situación… va mejorando, sigue igual o va empeorando?” En la pregunta tenemos sólo tres niveles dentro de la escala, cuando se piden mínimo 4, ¿cómo lo solucionan? En las posibles respuestas nos presentan las siguientes opciones: a) economía; b) de seguridad; c) política; d) de su familia. Y en cada rubro la escala presenta estas opciones: mejorando, sigue igual de bien, sigue igual de mal, empeorando y no deseo responder. 

Digamos que las cuatro primeras opciones son válidas, pero “no deseo responder” es una opción que invalida la escala ordinal si se analiza en su conjunto. Esa respuesta añadida puede mermar en los resultados si no se asigna un código como una pregunta aparte de las de la escala. Si la persona o el equipo que hizo el instrumento de medición está claro de este posible error metodológico la clave para la evaluación de los resultados tendría que contemplar el análisis separado de la escala con cuatro opciones y una diferente para la última respuesta de tal forma que no merme en el resultado de la escala. Aunque no hay un indicador de que los investigadores sepan de ese error ya que se repite en la siguiente pregunta. 

“Por lo que ha visto hasta el momento, ¿diría usted que está de acuerdo o en desacuerdo con la forma en que esta trabajando el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR?”, los investigadores agregaríamos después de esta cita las siglas minúsculas (sic.) indicando que los errores ortográficos son del autor original y no de quien trae la cita a colación. Esto lo digo porque hay múltiples faltas de ortografía a lo largo de toda la encuesta. En muchos casos faltan acentos, no abren los signos de interrogación, algunas de las preguntas tienen errores de sintaxis. Y de nuevo la escala se construye con el error anterior: acuerdo, acuerdo en parte, desacuerdo en parte, desacuerdo, no deseo responder. Pero digamos que esto se puede corregir en la codificación para el análisis y pueden tener validez. Aunque hay una pregunta que no entiendo cómo, quien realizó el instrumento, puede considerar dentro de una escala ordinal. 

La pregunta se construye así: “Hablando del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ¿diría usted que…?” Las opciones de respuesta son: “siempre de confiado en él y no dejaré de hacerlo; confío en él pero estoy esperando más para decidir si sigo confiando; confiaba en él pero ahora ya no; nunca he confiado en él y nunca confiaré; no deseo responder”. Cuando llegué a esta pregunta sí pensé que esto ya no sólo era un error menor de diseño. Se nota lo tendencioso de las respuestas y bajo el nivel de medición. 

Me gustaría saber cómo va a ser codificada e interpretada esta encuesta, por el espacio no alcanzo a tocar otros problemas que veo. Lo lamentable es que la empresa nunca coloca los datos de la elaboración de las escalas, eso nos aclararía cómo se corrigen los errores de diseño que hemos colocado aquí. Si los opinólogos se ciñen a los datos que encuestadoras hacen con sendos problemas metodológicos, podríamos comprender la razón por la cual hay errores en sus interpretaciones de la población. 

Xunu’:

Este es mi último texto del año. Quiero desearles los mejores festejos de la temporada invernal, hagan muchos rituales porque ellos nos perpetúan en el recuerdo que dejamos. Agradezco a cada lector que me ha acompañado en las entregas y al equipo de Los Reporteros MX por esta oportunidad. Deseo para todos que el 2023 nos llene de sonrisas y fortaleza para enfrentar las dificultades, pero sobre todo de respeto y buena ventura para todos. Nos leemos en el 2023.

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