La enfermedad del futbol

Opinión de Pablo Ocampo

Está por llegar a su fin el mundial de Qatar 2022 y es imposible no hablar acerca del mismo, con todo y la polémica que lo ha perseguido desde su comienzo; la construcción de los estadios, en donde se dice, perdieron la vida más de 400 personas, así como las distintas manifestaciones de rechazo a la ideología y política qataríes, que no permiten la libertad de preferencia sexual o el recato obligatorio que debe existir en el actuar y vestir de las mujeres; sin olvidar las interminables quejas de aficionados al balompié, que han visto truncados sus deseos de ingerir bebidas alcohólicas en los estadios, como parte del ritual que impera para apoyar al equipo de su preferencia.

La selección mexicana de futbol tuvo un penoso transitar por dicha justa y quedó marginada de competir con las mejores naciones del mundo más allá de la 1ª fase del certamen, al ser eliminada después de sus 3 partidos obligatorios. De entre los juegos que sostuvo el conjunto mexicano, sobresalió el enfrentamiento contra el representativo de la república de Argentina, que venía a su vez, de una derrota contra su símil de Arabía Saudita. El fracaso, de manos de la escuadra albiazul, tendría con un pie en la eliminación al equipo tricolor y motivaría al rechazo general de los aficionados para así poner el dedo sobre el renglón del porqué de dicha caída. 

Días después y dentro del marco de esta competencia futbolística, pero no producto de esta, se dio a conocer en la conferencia mañanera del presidente López Obrador, una investigación del reportero Amir Ibrahim (https://elquintanaroo.mx/el-cartel-del-gol-corrupcion-en-el-futbol-mexicano/) acerca del esquema de evasión de impuestos que emplean los dirigentes de la FMF (Federación Mexicana de Futbol), junto a los dueños de equipos de 1ª división profesional, para traer a futbolistas extranjeros a jugar en nuestro país y cobrar más por la contratación de estos jugadores, de lo que declaran de manera oficial por dichos movimientos.

En su reportaje, Ibrahim destaca que no es el futbol, sino los negocios multimillonarios, los que han imperado al interior de dicho deporte y que por tal motivo, en ocasiones, no son los mejores jugadores los que realizan su debut en el balompié mexicano, sino aquellos que pueden pagarlo o llaman más la atención a nivel internacional, dejando al olvido, aquellos deportistas con verdadero talento. Además de estos negocios “por debajo de la mesa”, el informe hace constar, en el caso del equipo de la UNAM, que pertenece a un patronato de mecenas, los que estarían al frente de dicho conjunto, tomando prestado el nombre y escudo de la máxima casa de estudios.

Es curioso descubrir que a casi una semana de ver la luz la información proporcionada por Amir Ibrahim en la mañanera, solo pocos medios han retomado dicho reportaje a pesar del interés del público en general. Esto es por demás llamativo, si se toma en cuenta que la selección nacional y el futbol son temas de notable relevancia entre el grueso de la población en México; lo muestran así las decenas de miles de aficionados en asistir a la contienda mundialista y que, durante el curso de los partidos del equipo, las labores en el país prácticamente detuvieron su actividad.

¿Por qué, por una parte, la gente se muestra tan apasionada del destino del representativo azteca y por la otra, no buscan indagar más o someter a juicio popular a las personas que dirigen el deporte de sus amores, que de paso, son aquellos que se benefician con los métodos denunciados ante el presidente y dejan en segundo plano el aspecto deportivo?

Si algo ha quedado claro con este mundial es que durante años, las personas que mandan en la FMF, le han vendido a la afición, una selección de poca calidad, como si fuera de élite; han ensalzado jugadores que sobresalen en una liga mediocre como si fueran cracs pero que, en cuando llegan al futbol mundial, apenas logran tener participación con sus equipos; nos han hecho creer que es mejor obtener victorias abultadas frente a rivales pequeños, que aprender de las derrotas frente a escuadras de primer nivel de todo el mundo principalmente europeas y sudamericanas; se han encargado de crear un falso nacionalismo, donde se exige más y se le mienta la madre a un cuerpo técnico y jugadores pero se solapa la corrupción de funcionarios y políticos que delinquen en las narices de todos.

Con el destape de la alcantarilla que se evidenció en el reportaje “El cartel del gol”, pregunto a los lectores, ¿qué le depara al futbol?, pero, sobre todo, ¿qué le depara al deporte nacional? Ya que, es por todos sabido que, los malos manejos políticos y el afán por hacer dinero rápido y negocios al margen de la ley, fueron actividades normalizadas en los últimos años sin importar el destino de miles de atletas. Ahora falta saber si dentro del próximo proceso mundial, existirán cambios sustanciales en la materia o si el hedor de las alcantarillas del futbol impregnará más disciplinas. En un plano personal, creo que se le debe restar responsabilidad a técnicos y jugadores por venir, quienes se ven frustrados por cumplir con falsas expectativas que se les impone, de acuerdo a la realidad, con el fin de tener anestesiada la conciencia popular ¿La gente, pero sobre todo sus bolsillos, aguantarán más abusos y engaños de los mandamases del futbol o pedirán cambios? Después de todo, dice un dicho que “el que paga, manda”.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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