Cuando la senadora plurinominal panista María Lilly del Carmen Téllez García, mejor conocida como Lilly Téllez, abandonó las filas de Morena para unirse al PAN, le llovió una serie de justificadas críticas por su conducta. Se dijo que había traicionado la confianza de AMLO en su postulación al Senado; que con su decisión defraudaba a quienes habían votado no por ella sino por el Movimiento que la había hecho conseguir un puesto al cual nunca hubiera llegado por méritos propios puesto que carecía de trayectoria política por más que fuera conocida como reportera de televisión.
Y era cierto. Pero hay que reconocerle a la senadora Téllez que no se traicionó a sí misma porque su ideología es claramente reaccionaria, clasista y racista y está en contra de propuestas básicas de Morena, como son el derecho a la suspensión del embarazo y al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Al menos, tuvo la gallardía de bajarse de una opción ganadora (Morena) para pasarse a una notoriamente perdedora (el PAN) pero con la que se identifica mejor y que además le permite mostrar orgullosamente su analfabetismo político así como exhibir en público muchas de las bajezas que anidan en su cabeza, como llamar “Changoleón” al presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña. Al final quedó entre los suyos, como debió ser desde el principio.
En contraste con Téllez, no parece que sea el caso de la senadora ex priísta Cynthia López Castro, quien apenas hace pocos días decidió cambiar de chaqueta, dejar que el PRI acabe de hundirse solo bajo el mando de Alejandro Moreno, y salvar el pellejo político al subirse al barco ganador que avanza con velas desplegadas y viento en popa que es la 4T.
Escribió la senadora López en X: ”Después de una profunda reflexión he decidido sumarme al proyecto que encabeza la primera mujer Presidenta de México en quien confío y me motiva para trabajar por una sola causa: México. Agradezco a la Presidenta de Morena su recepción y respaldo. Lista para seguir trabajando por México”.
¡Milagro! ¡Milagro! ¡Que se grite a los cuatro vientos que la luz de la 4T ha iluminado a otra persona política! La iluminó, sí, pero sólo “después de una profunda reflexión” que uno imagina angustiosa y cerebral, un “me quedo no me quedo” lleno de congojas e incertidumbres, luego de la cual determinó que México todavía requería de sus servicios y que Morena podía funcionar el espacio idóneo para seguir dando muestras del acendrado patriotismo que la caracterizó como priista. Alabado sea, pues.
Por cierto, la aplanadora política llamada Cuarta Transformación repitió en la persona de la senadora López el milagro que había obrado antes con ex panistas como Ricardo Sheffield, en este momento grisáceo senador morenista, y Alma Alcaraz, “aguerrida ex diputada del Partido Acción Nacional” (Milenio Guanajuato, 11.11.2023), desaparecida ex candidata a gobernadora de Guanajuato por Morena en las recientes elecciones. Ah, los vergonzosos desfiguros a los que se atreve el corazón cuando ve cercana la posibilidad de continuar en la nómina de gobierno.
Ya en el colmo de la sorpresa, Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena, responde al adulón mensaje de la senadora López Castro con otro que no le queda a la zaga en zalamerías y le dice: “Bienvenida senadora @cynthialopezc1 a @PartidoMorenaMx. Seguros estamos que nos ayudarás con tu experiencia en la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación. Felicidades por tu valiente decisión”.
Me pregunto si la presidenta Alcalde publicará en la plataforma X un mensaje de bienvenida y una fotografía con a cada uno de los nuevos afiliados a Morena, como lo hizo con la senadora ex priista.Si es así, le van a sudar los dedos porque la meta de su campaña “Súmate a Morena” es llegar a diez millones de afiliados (Busca Morena diez millones de afiliados para defender proyecto que inició AMLO: Luisa Alcalde, Diario Portal 27/20/2024), ocho millones más de los que ya cuenta.
Si no tiene contemplado enviar en X antes Twitter esos ocho millones de mensajes y publicar su foto con cada uno de los nuevos afiliados, significará que hay militantes de primera, de segunda, de tercera y quizá hasta de cuarta. Unos militantes brillantes, prestigiosos y ex priistas, que ayudarán “con su experiencia” en la elevada tarea de la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación, y otros que servirán nomás para la modesta tarea de repartir el periódico Regeneración en los mercados públicos.
Porque da la impresión de que en Morena sí hay que ser iguales, pero que es benéfico que haya unos más iguales que otros. El nuevo voto afianza la mayoría morenista en el Senado, aunque el precio sea alto y aunque contradiga al humanismo mexicano de AMLO, quien propuso repetidamente que hay que avanzar en la transformación del país pero sin dejar trozos de dignidad en el camino.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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