“… La izquierda a veces se ha olvidado que la gran batalla política no es por las políticas públicas que se ofrecen, sino una batalla ideológica una batalla por los relatos, que son condición de posibilidad de las políticas públicas, y eso tiene que ver con el poder mediático de la izquierda. Si la izquierda no es capaz de reequilibrar la correlación de fuerzas a nivel mediático no tiene nada que hacer. No se puede entender el fenómeno de AMLO en México sin el fenómeno de Las Mañaneras …”.
Pablo Iglesias. Director de Canal RED. Medio español en Youtube.
Entrevistado por Sabina Berman en Largo Aliento, Canal 14. 2 de agosto de 2024.
https://youtu.be/AGApXp7uSGI
En los momentos de transición en los que nos encontramos conviene reflexionar sobre diversos temas. Uno de ellos es el relacionado con los medios de desinformación y su guerra contra la transformación en México. A lo largo del sexenio Lopezobradorista poderes fácticos como el mediático han mantenido una abrumadora batalla discursiva y/o ideológica en contra de los trascendentales cambios impulsados en las esferas económica, política y cultural.
La evidencia de lo que en realidad constituye el principio de un cambio de régimen ha sido confrontado con la desinformación canalizada a través de la abrumadora mayoría de los medios corporativos, la cual se ha traducido en la cuidadosa creación de una “realidad paralela”, para consumo de una minoría frente a la realidad real, valga la expresión, vivida cotidianamente por la mayoría de los mexicanos.
Los resultados electorales del pasado 2 de junio demostraron claramente la identificación de amplios sectores de la ciudadanía con la 4T y su apoyo a la continuidad del cambio dirigido hacia la construcción del Segundo Piso. Por su parte, la derecha no puede aceptar el mandato popular en las urnas pues está cierta de que la transformación se profundizará apenas sean aprobadas las reformas constitucionales, propuestas por López Obrador el 5 de febrero pasado y por la virtual presidenta Claudia Sheinbaum, algunas de las cuales resultan verdaderamente revolucionarias dado su marcado acento antineoliberal y su carácter de beneficio social.
La claridad del pueblo para responder a lo requerido en la realización del Plan C confirma el nivel alcanzado por la revolución de las conciencias. Su nivel de politización salió avante frente a la narrativa, al discurso pregonado en los medios hegemónicos, en las redes sociales, que invitaba a darle la espalda a los seis años del actual gobierno.
Los millonarios recursos invertidos en: la guerra sucia, la desinformación, las mentiras y deformaciones de los acontecimientos, los opinadores y periodistas del viejo régimen, los dichos de líderes partidistas y las campañas de sus candidatos, la violencia promovida e incluso las acciones de carácter injerencista extranjero, etc., todo ello no les alcanzó para lograr el “desencanto” social y su pretendido revés a la 4T.
López Obrador ha insistido: “… yo creo que van, a partir de lo que sucedió hace dos meses, que fue un parteaguas, como se dice pomposamente, un parteaguas, una ruptura, van a tener que buscar un método distinto de informar porque no funcionó toda la campaña de guerra sucia …”. Asimismo, en La Mañanera del 5 de agosto se refirió al “encuentro de comunicadores independientes” que llevará a cabo los días 30 y 31 de este mes por la importancia de seguir combatiendo el llamado poder mediático “… porque los potentados controlan los medios convencionales: los periódicos, las revistas, las estaciones de radio, las televisoras, con honrosas excepciones. Hay que aprender ya, bueno, a leer los periódicos, a verlos con cuidado, a escuchar con cuidado la radio, a ver con cuidado la televisión, las redes sociales, hay que seguir con eso y hay que impulsar mucho todo lo que tiene que ver con las redes sociales, con el trabajo creativo, intelectual de muchos ciudadanos de redes sociales…”.
El presidente afirma que “… hay mucho potencial, no de los periodistas de antes o en la concepción del periodismo que se ejercía anteriormente, sino ya en las redes se puede estar haciendo análisis, se puede estar replicando, contestando mentiras, falsedades, denunciando. Ojalá eso siga creciendo. Esa es una cosa que va a ayudar mucho, no sólo en México, sino en el mundo. Y lo otro es ir pensando —y esto para los científicos de las naciones, los centros de investigación, como el Conacyt— para crear plataformas independientes, porque no es posible que los dueños de las plataformas más utilizadas sean los más ricos del mundo”.
Seguramente esta reunión con los comunicadores independientes sentará las bases de algunas propuestas, las cuales podrían iniciarse antes de que AMLO concluya su mandato, para poner en práctica estrategias de contra mensajes diseñados con el fin de confrontar a la mayoría mediática y sus corifeos, y continuarlas durante el gobierno de la Dra. Sheinbaum. Por lo pronto, nuestra virtual presidenta electa informó el pasado jueves 1 de agosto acerca los resultados obtenidos en una encuesta acerca de la continuación de las Conferencias Matutinas.
Más del 33% opinaron que deben seguir siendo diarias, el 28.2% una vez por semana y el 25.9 % respondió dos veces a la semana. En cuanto al horario el 45.1% prefiere continuar con el horario actual de 7 a 9 de la mañana. Aunque hubo un porcentaje del 29.3% respondiendo por la noche de 20 a 22 horas. Los temas de mayor interés van desde seguridad 33.3%, salud 15.9%, economía 12.3%, educación 11.2% hasta programas sociales 6.4%
La guerra ideológica, la guerra cultural continuará, los medios hegemónicos pretenderán conservar el segmento de la población que aún sigue dedicando su tiempo para escuchar y ver sus narrativas. Aunque probado está que esas empresas no viven del consumo de sus mensajes pues cuentan con financiamientos nacionales y extranjeros. Así seguirá la batalla mediática. Cuáles serán las características por adoptar. Ya lo iremos viendo.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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