El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió el miércoles 8 de marzo en Palacio Nacional a directivos y técnicos de Tesla, empresa especializada en autos eléctricos y tecnologías renovables, tras el reciente anuncio de inversión en el noreste del país, para una “gigafactory” que se instalará en Santa Catarina, Nuevo León; luego de que el gobierno de México planteó las condiciones básicas necesarias a favor de la población de la localidad, como mecanismo para que se aprobara la viabilidad del proyecto; en el marco del respeto de nuestra Soberanía y de la óptica de un presidente que gobierna de abajo hacia arriba, cuidando el interés general.
“Avanzamos en el proyecto de la planta automotriz de Nuevo León y en otros. Vamos bien”, destacó el presidente en sus redes sociales, después de reunirse con la comitiva de Tesla, que estuvo integrada por el director de Políticas Públicas y Negocios de Desarrollo, Rohan Patel; el director de Mercado en México, Eugenio Grandio; y el director de Ingeniería, Logan Grant. Ahí se confirmaron los planes derivados de la llegada de la empresa dirigida por Elon Musk, uno de los hombres más rico del mundo, dueño también de Twitter y SpaceX.
En la planta de México Elon Musk invertirá inicialmente más de 5000 millones de dólares con la idea de producir hasta un millón de autos eléctricos por año; el impacto de Tesla en las comunidades donde ha instalado “gigaplantas” ha sido mayormente positivo generando miles de empleos, impulsando la economía local y desarrollando infraestructura pública. La derrama económica de Tesla en Santa Catarina y en el área metropolitana de Monterrey es una buena noticia, no obstante, antes de posibilitar este cometido, el gobierno federal planteó las acotaciones necesarias para atender los retos ambientales, de infraestructura, de condiciones laborales, de impacto y de personal suficiente capacitado que significarían construir las posibilidades reales de éxito del proyecto.
Este logro de la 4aT ha sido un duro revés para las motivaciones perversas de los conservadores que todos los días abren frentes contra el gobierno de AMLO; los reaccionarios primero difundieron la falacia que el presidente no permitiría instalar la planta, pues en la mentalidad entreguista y proclive a la subordinación de los derechistas no se explican que haya un gobierno que sepa poner en primer plano la soberanía y los intereses populares ante el gran capital. Por supuesto que se permitió la inversión de Tesla, pero bajo un marco de garantías para el desarrollo integral del pueblo.
Después, voceros del viejo régimen quisieron atribuir el triunfo al gobierno errático de Samuel García en Nuevo León, pero el propio Tiktokráta reconoció que solo había sido un acompañante de algunas negociaciones que de tiempo atrás fueron encabezadas por los titulares de las dependencias del gobierno de México, con ello dio un portazo a la nariz e insidia del inefable Loret de Mola.
A la derecha le cayó como valde de agua fría que, durante su conferencia del 28 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que acordó con Elon Musk, CEO de Tesla, que la planta se instale en Nuevo León, con la condición de que en todo el proceso productivo se utilice agua tratada y reciclada, además de que trabaje en conjunto con el gobierno para resolver la crisis hídrica a mediano y largo plazo.
JPMorgan el banco más grande de Estados Unidos aseguro que la perspectiva de México con la llegada de Tesla es “brillante”. Los economistas de JPMorgan, entre ellos Cassiana Fernández y Gabriel Lozano, escribieron en un informe publicado el lunes 6 de marzo: “México es el lado positivo de América Latina, ya que se mantiene sobre una base sólida gracias a la resiliencia de la demanda externa, el consumo interno y la recuperación de la inversión fija”. En una calificación positiva para México escasamente difundida por los medios convencionales y los señores de las viejas mafias: que añoran que le vaya mal al país.
Desde el noreste, en el otro punto de la frontera norte, el pasado 17 de febrero el presidente inauguró la primera etapa de la planta fotovoltaica de Puerto Peñasco, en Sonora, misma que iniciará operaciones el 1° de mayo de 2023. Será la planta solar más grande de América Latina y evitará la emisión aproximadamente de 1.4 millones de toneladas de CO2 anuales, lo que equivale a sacar de circulación a cerca de 270,000 automóviles.
Con estas acciones del gobierno de la 4ª Transformación, se demuestra el compromiso efectivo e integral con las energías limpia, verdes y renovables, y se desmienten las mentiras con las que los golpistas intentaron socavar la defensa del petróleo como propiedad de la Nación, pues se ha defendido el petróleo y se camina hacia la soberanía energética, al tiempo que se avanza en la infraestructura e inversiones necesarias para las energías limpias, las tecnologías renovables y el mayor uso de autos eléctricos.
Este 18 de marzo será la fiesta de nuestra Soberanía, nos sobran motivos para festejar, de norte a sur y de este a oeste, se honra el legado de Lázaro Cárdenas con la defensa de nuestro petróleo y su uso como instrumento del pueblo para la economía nacional; con la nacionalización del Litio como mineral del presente y el futuro; a su vez, se favorecen acciones para la inversión pública y privada para potenciar las energías del porvenir, en una verdadera renovación y edificación del desarrollo sustentable anclado en los sentimientos e intereses de la Nación y en la defensa auténtica y eficaz de la Soberanía Nacional.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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