En una mesa de discusión organizada por la periodista Azucena Uresti para Grupo Fórmula, la diputada del PAN Kenia López Rabadán desató controversia al acusar que los senadores de su partido fueron víctimas de presiones y extorsiones durante la votación de la reforma al Poder Judicial. Este debate, en el que también participó el diputado de Movimiento Ciudadano Gibrán Ramírez, tuvo su punto más tenso cuando López Rabadán calificó la aprobación de la reforma como uno de los “momentos más tristes para la democracia”.
Según la diputada panista, Morena habría recurrido a amenazas y extorsiones para asegurar el voto favorable de los senadores. Sin embargo, su declaración dio pie a una respuesta inmediata por parte del morenista Arturo Ávila, quien compartió el momento en redes sociales, donde López Rabadán, al parecer sin darse cuenta, admitió implícitamente que los senadores del PAN podrían ser “extorsionables”.
Arturo Ávila Retoma la Confesión Implícita
El diputado federal de Morena, Arturo Ávila, aprovechó la situación para interpelar a López Rabadán: “¿Nada más para entender lo que usted está planteando, extorsionaron a los del PAN, a los del MC y a los partidos que usted representa? Entonces, ¿son extorsionables?”. Ante esta pregunta, la diputada panista se quedó en silencio, visiblemente sorprendida, sin saber cómo responder, lo que incrementó el impacto de su declaración.
Ávila, quien además es vocero de la bancada de Morena, pidió a López Rabadán presentar denuncias formales si había pruebas de los presuntos actos intimidatorios sufridos por los senadores de la oposición, mientras que la diputada intentaba desviar la conversación, exigiendo que Ávila se refiriera a ella como representante de la coalición PRI, PAN y PRD, en lugar de llamarla diputada del PRIAN.
Reacciones en Redes Sociales
El video de este acalorado intercambio fue ampliamente compartido en redes sociales, donde los usuarios resaltaron la “confesión implícita” de López Rabadán sobre la extorsionabilidad de los senadores del PAN. Las reacciones variaron entre la crítica y la burla, señalando que la diputada había perdido rápidamente el control del debate.
Además, muchos elogiaron la calma de Arturo Ávila al confrontar a la diputada panista, describiéndola como una “auténtica cansalmas” que no pudo sostener sus acusaciones sin desviar el tema. Varios internautas también hicieron eco del descontento hacia la oposición, señalando que necesitan una estrategia más sólida e informada si desean recuperar la confianza de los votantes.
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