En una reciente entrevista con el medio Milenio, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, hizo una alarmante comparación entre los sistemas judiciales de Irak, Afganistán y México, generando controversia tanto en el ámbito político como en la opinión pública. Según Salazar, la elección directa de jueces, una propuesta incluida en la reforma judicial mexicana, representa un riesgo significativo para la democracia en México, al tiempo que podría afectar de manera negativa la relación comercial entre ambos países.
Durante la entrevista, el embajador señaló que en Irak y Afganistán “la democracia no existe” debido a que supuestamente intentaron “fortalecer” sus sistemas judiciales, aunque, en realidad, condujeron a la destrucción de cualquier estructura democrática en esos países. Estas declaraciones han sido interpretadas por muchos como un intento de justificar el imperialismo estadounidense, ya que no mencionó el importante papael de las invasiones estadounidenses en la devastación de las democracias de estas naciones de Medio Oriente mediante constantes intervenciones armadas.
Ken Salazar, al comparar la reforma judicial mexicana con las situaciones en Irak y Afganistán, parece estar prediciendo una invasión a la soberanía mexicana. Utilizar este trágico ejemplo para intervenir en la reforma crucial de México, refleja una falta de autocrítica y su evidente injerencia en asuntos soberanos.
A pesar de estas declaraciones, el embajador no hizo mención alguna de las políticas migratorias que su país aplica, y que han sido motivo de críticas por su dureza y falta de humanidad para con las mismas regiones que Estados Unidos contribuyó a desestabilizar.
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