La última oportunidad que tenían los ministros y jueces de la vieja guardia para perpetrar un golpe de Estado contra México, terminó con el traslado de 29 narcotraficantes a Estados Unidos. Una vez liberados los delincuentes amparados, el trato entre Trump y la Presidenta Claudia Sheinbaum, no sería el mismo sino que se regresaría el tiempo de subordinación que tiene expresiones de delirio con López Portillo, quien impuso hambruna y desempleo, y el resto de los priistas y panistas que ocuparon la Presidencia.
Eran tiempos en que la humillación era disfrazada de buenas relaciones con Estados Unidos. Darle a los medios convencionales basura para que publiquen no sería ninguna sorpresa para nadie, porque están siempre dispuestos a desgastar la legalidad, la legitimidad constitucional y la voluntad popular. Los empresarios, de fácil reubicación ideológica, apoyarían la intentona y el ejército tendría prácticamente al mundo contra los militares mexicanos.
Hay todavía columnistas que allanan el camino a este tipo de condiciones ilícitas y antidemocráticas, por venganza y por la ansiedad de recuperar privilegios que los llevó a días de fama y fortuna. Sus actuales informaciones los coloca como seres entrenados para facilitar un golpe de Estado blando, sin importar de dónde provenga.
Una vez liberados los delincuentes que por décadas exige tener en su territorio el gobierno del vecino país, y aprovechando el clima de malestar social que tratan de imponer los medios convencionales colocando a la inseguridad como el problema más importante del momento, se retomarían los tiempos de sumisión que acusaba complicidad con el crimen organizado, la cual estaría instrumentada por la vieja guardia de jueces, ministros y magistrados, la denuncia y cárcel para nuestra presidenta sería más fácil.
Una vez que hayan sido librados se acusaría de corrupción al gobierno. Recordemos que el traslado de los delincuentes se realizó a través de un operativo del Gabinete de Seguridad Nacional, al que le da origen la ley de Seguridad basado en el Articulo 5. Dicha ley señala en su artículo 3: “Para efectos de esta ley se entienden las acciones destinadas de manera inmediata y directa a mantener la integridad, estabilidad y permanencia del Estado: mexicano, que conlleva a: La protección de la nación mexicana frente a las amenazas y riesgos que enfrenta el país”.
El golpe de Estado blando está planeándose desde más de seis asó, por lo que resulta poco probable que desconocieran el plan las más altas autoridades política del vecino país del mundo. Las reiteradas acusaciones de autoritarismo serían acompañadas de excesos paroxísticos de los periodistas de alquiler, para provocar, alguna amonestación, castigo, encarcelamiento, multa, etc. y así tener el pretexto de que en México la libertad de expresión es coartada por el autoritarismo de la Presidenta en medio de un caos social que se asemeja a Estado fallido, retomando y repitiendo la liberación de casi la mitad de los narcos que ahora están en Estados Unidos.
La fecha de la intentona la determinarían las marchas de la marea rosa de la que volverían a echar mano, ya que son personas muy manipulables y con la promesa de que pronto todo cambiaría, la clase media desinformada iría a comprar tenis y sombreros para estrenar en marchas en las ciudades más importante del país.
El descontento social representado por la marea rosa en las calles, informaría al mundo que ya no puede vivirse en México por la represión, el autoritarismo muy cercano al comunismo y la complicidad con el crimen organizado de los principales actores políticos del país.
Así, algún grupo representativo de oposición, que pudiera ser el PAN, por su relación directa con la violencia política y sus relaciones con fuerzas de ultraderecha, pediría la renuncia de la Presidenta. En ese momento se di raque se “restituyen los derechos de los mexicanos que habían sido despojados de su dignidad”.
Los intereses dentro del Poder Judicial todavía no acaban de conocerse, no hay siquiera a la vista la punta del iceberg, los mecenas de los analistas del pasado siguen sin develarse, el verdadero rostro del empresariado sigue con la máscara puesta. La oposición, frágil y famélica espera que haya algo que les regrese la esperanza de vida en su vergonzosa agonía. En México la oposición se ubica en el conservadurismo, a derecha y la ultraderecha, son tan pocos de intentan aglutinarse en diferentes términos como sociedad, civil, marea rosa, o “millones de mexicanos”.
Trump es un golpista por antonomasia y no dejará pasar la oportunidad de perpetrar uno en América Latina, no sólo como escarmiento, sino porque sería la única manera de aparecer en la historia.

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