A estas alturas nadie puede creer que a los integrantes del Poder Judicial les interese la imparcialidad en la administración de justicia, menos aún en la democracia, la legalidad. Las acciones de los inconformes, empezando por la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, están más cerca de la impunidad, la extorsión, el chantaje, la complicidad que de la justicia.
Sus excesos, reconocidos por ellos mismos, como los de todos que integraban los otros dos poderes en años pasados, son lo de menos. Se han desintegrado las aristas del triángulo que impulsa los golpes de Estado.
La reforma al poder judicial no sólo erradica la corrupción en ese espacio, sino que impide, por el momento, el golpe de estado blando, pero también debilita a la política injerencista de estados unidos, la cual era alimentada por la derecha en México, principalmente por el PAN.
Es evidente que hay muchos intereses en que nada cambie en el Poder Judicial, a pesar de la mala fama que tiene, pero también que hay mucho dinero para evitar cualquier cambio. Ya la Constitución fue reformada pero continúan tratando de evitar que en las acciones se lleven a cabo una reforma. Culpan al Poder Ejecutivo de cambiar una ley cuando fue el Poder Legislativo el que desvirtuó su labor social, mostrando poco o nulo conocimiento de las leyes, sí como sensibilidad social.
Hay en las oficinas del Poder Judicial, movimientos radicales contra la reforma que llegan a la violencia, que son pagados por una mano desconocida para continuar saboteando, además de garantizarles seguir cobrando su salario. Estas personas ya no pueden trabajar en una instancia encargada de administrar la ley, son mercenarios.
En el colmo de la ignorancia de las leyes intentan ampararse ante una reforma Constitucional, contra la cual no hay procedimiento que pueda echarla abajo. La mayoría que aprobó la reforma al poder Judicial tiene su origen en las urnas, la oposición apática y perezosa nunca se preocupó por tener los votos de la población mayoritaria, trabajo para una parte de la clase media que se politiza y toma conciencia a través del celular, y os resultados fueron catastróficos.
Dichos movimientos no han logrado sumar a la población en su lucha a pesar de las convocatorias de la toga que por la gran mayoría de los medios se realizan. De hecho, quienes quieren información al respecto son una minoría, los problemas de los trabajadores del poder Judicial no es asunto que le llame la atención a más del 70 por ciento dela población. Tampoco el Poder Judicial, y, menos aún que la oposición, atendieron al grueso de la población; al contrario, mientras más alejados estuvieran de la chusma, para ellos mejor, porque reafirmaría su supremacía y su calidad monárquica.
Los jueces siempre actuaron en favor de quiénes más tenían en todos los aspectos. Las Juntas de Conciliación y Arbitraje eran una especie de subasta donde regateaban al trabajador sus derechos laborales. Esa era su función. Y todos lo sabían. En esos tribunales se convertían en el mercadeo de liquidaciones y los derechos laborales, con la anuencia delos jueces. Así, los jueces eran buenos ante los medios, porque éstos se veían beneficiados con sus fallos.
Es así como los medios han creado un problema nacional de un conflicto gremial y en cada información sobre el tema argumentan que es la población que está a favor de los jueces y ministros que nunca han gozado de la simpatía de los ciudadanos.
Ahora, son los medios los que quieren hacer del problema de la inconformidad de los trabajadores del Poder Judicial, un problema de magnitudes nacionales, cuando en realidad a nadie les importa.
Debería darles vergüenza a ministros jueces y magistrados pelear, de manera tan descarada por sus privilegios personales. Con esas actitudes demuestran que no son sensibles a la vida de la mayoría de la población y creen tener un estatus de seres superiores, una especie de iluminados que siempre tienen la razón, cuando en realidad se trata de auténticos delincuentes.
Pero su obsesión por impedir la reforma, a pesar de que no les afecta a quienes protestan, acusa que el golpe de Estado blando se frustró.
El Poder Judicial actuó en la mayoría de los casos contra los intereses de los mexicanos, favoreció a quienes tenían más dinero y poder, de esa manera podría ellos escalar en relaciones que pudieran seguir cometiendo fechorías en nombre de la ley. En el contenido de esos archivos en los que quieren impedir la mirada de la población, porque son testimonios claros de la manera en que han trabajado por años dentro de la ilegalidad y la injusticia.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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