Tarde o temprano esto iba a ocurrir, y es que durante las pasadas campañas electorales los candidatos y las candidatas del Partido Acción Nacional (PAN) se pusieron el disfraz de “progresistas”. Y aunque el Pueblo no cayó en su engaño, hoy definitivamente se quitan la máscara y nos dejan ver su verdadero rostro, el de la doble moral, la intolerancia, el conservadurismo más rancio, todo aquello que ya no queremos que nos gobierne en México.
El líder del cártel inmobiliario y presidente del PAN, Jorge Romero, dio un sermón a sus pocos pero fieles seguidores durante el Consejo Nacional del blanquiazul. Regañó a la militancia y a sus liderazgos por querer quedar bien con los que nunca en su sano juicio votarían por Acción Nacional, ya saben, las mujeres libre pensadoras, las Comunidades LGBTIQ, las juventudes, las personas de la tercera edad, las infancias, los protectores de los animales y los impulsores de la Revolución de las Conciencias.
Por querer quedar bien con todo el espectro ideológico electoral, por querer quedar bien incluso con los que, hermanas, hermanos, nunca van a votar por nosotros… hemos ido perdiendo los votos que votaban por nosotros por las causas que defendíamos”, denunció Romero.
Recordemos que la ideología del PAN siempre ha impulsado a sus representantes, por ejemplo en el Poder Legislativo Federal y local, a votar en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, de las libertades y derechos de las Comunidades LGBTIQ; también les fascina reprimir a las juventudes y controlar a las infancias; y por si esto fuera poco, hasta a las personas de la tercera edad quieren afectar. ¿Se acuerdan cuando Xóchitl Gálvez, fracasada candidata presidencial, propuso eliminar la pensión del bienestar?.
Si en algo estamos de acuerdo con Jorge Romero es que nadie mínimamente consciente votaría por el PAN, y actualmente el Pueblo de México es uno de los más conscientes y politizados del mundo, así que jamás en toda la vida volveríamos a si quiera pensar darles una oportunidad a las y los corruptos, retrógradas, machistas, homofóbicos, fachitos, clasistas, racistas, traidores a la patria, ampliamente conocidos con el adjetivo: “panistas”.
¡Familia! Ahora sí que ‘familia’, Acción Nacional, Consejo Nacional de Acción Nacional, somos el partido que defiende la vida y la familia (excluyente), ¿sí o no?”, gritó Romero ante un pequeño grupo al que invitó a no tener vergüenza, como él, de expresar sus valores contra la Transformación de México.
Híjole, de lo único que este cínico no tiene vergüenza es de las corruptelas que cometió junto a su clan de bandidos, los del nefasto “cártel inmobiliario”. Mientras algunos de sus cómplices enfrentan solos a la justicia, Romero anda disfrutando del privilegio de la libertad sin merecerla. La libertad para seguir difundiendo el odio, la división y la ignorancia, a costa del dinero de todas y todos los mexicanos, porque no olvidemos que como representante de un partido político, vive de nuestros impuestos.
Comentarios