La primera vez que coincidí con Jean-Luc Mélenchon, líder de la Nueva Izquierda francesa, fue en una conferencia magistral titulada “Revolución Ciudadana y la era del Pueblo”, llevada a cabo el lunes 9 de septiembre del 2019, en el Auditorio Pablo González Casanova de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En aquel entonces, Mélenchon estaba de gira por México para estudiar más sobre la Cuarta Transformación y el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador un año antes.
Además de pertenecer a una serie de personajes de la izquierda europea consternados por actualizar su ideario de manera constante, el pensamiento político del líder francés ha sido muy criticado por sus opositores de ser un “progresista”, en los que ha tratado temas esenciales como la ayuda mutua, el bien común, la jerarquización de distintas prioridades, la planificación ecológica o la felicidad. “Hay una crisis de la civilización humana, el cambió climático ya empezó y hay que pensar de manera totalmente nueva. ¡Y pronto y de prisa, por favor!”, exclamó el líder político francés durante una entrevista realizada para TV UNAM, en septiembre de ese mismo año.
En un lapso de seis años transcurridos desde aquel encuentro, ocurrieron una serie de acontecimientos que han repercutido en nuestra forma de ver la realidad política de México y el mundo, la pandemia de Covid-19, causado por el nuevo coronavirus SARS CoV 2; el ascenso de la ultraderecha en países de Europa; la apuesta por las inteligencias artificiales; la guerra entre Rusia y Ucrania, con sus repercusiones en la economía mundial; el recrudecimiento de la violencia en la franja de Gaza por parte de las fuerzas militares de Israel; el regreso del empresario Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, que ha generado incertidumbre en el mundo con sus imposiciones arancelarias; y en especial, la elección de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer presidenta en la historia de México.
Mélenchon regresó a México para fomentar su más reciente libro ¡Ahora el Pueblo! Hacia la revolución ciudadana, editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), en la que propone su teoría política de una revolución ciudadana como una herramienta en favor de la gente, de una democracia amplia y para la salvación del planeta de una de las mayores crisis de la civilización humana. También, regresó a la misma Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Máxima Casa de Estudios para impartir una conferencia magistral titulada “La Revolución Ciudadana en la era de la Inteligencia Artificial”, llevada a cabo el pasado miércoles 26 de febrero y organizado en conjunto por la misma facultad, el grupo Redes Universitarias y el Instituto Nacional de Formación Política de Morena (INFP). Ante estudiantes, académicos y jóvenes militantes de izquierda reunidos en el Auditorio Ricardo Flores Magón, mencionó el choque del cambio climático que hoy vivimos, de manera que podría llevar a un fracaso general de la civilización humana. “El pueblo es un actor político cuando la gente pide control sobre la sociedad en un momento en el cual el capitalismo no puede soportarlo, porque necesita ser libre de actuar, con un mercado libre, y para eso expulsa las reglas, normas y leyes. De ahí que “la oposición entre nosotros y ellos, entre el pueblo y la oligarquía, es una nueva confrontación”.
El político francés subrayó que, tras la caída del Muro de Berlín y la caída de la Unión Soviética, no sólo ha crecido el neoliberalismo como una destructora de sociedades, sino que se ha perdido la narrativa de un futuro progresista, el racismo y la xenofobia se han convertido en instrumentos políticos, se ha saqueado la naturaleza y sobre todo a la ruptura del pacto histórico entre “Democracia” y “Capitalismo”. También se ha referido al tema de la revolución ciudadana como una solución a los problemas, como una nueva forma de acción política que comenzó en Argentina y después en Ecuador.
En relación con la Inteligencia Artificial, comentó que se trata de la automatización de los procesos intelectuales humanos; “hay que preguntarse cómo se usa y a quién le pertenece. No debemos permitir que sea una propiedad privada. Eso también es parte del contenido de la revolución ciudadana, porque queremos ejercer el poder. Eso quiere decir ciudadanía. Hoy el mundo pertenece a los que lo pueden comprar, no a todos; ese es el cambio que debe surgir”.
Las grandes potencias del mundo han perdido el rumbo, aunque aún cuentan con grandes capitales para seguir manteniendo una economía de guerra que seguirá generando una insoportable repercusión en el mundo. México se ha convertido en el referente para las izquierdas en el mundo, ya que el líder de izquierda francesa se reunió con la presidenta y expresó su admiración por el proyecto político que encabeza la mandataria mexicana. El llamado a una revolución ciudadana es consecuencia de la pugna entre oligarquías y el pueblo. De manera, que tenemos que interpretar lo que vemos en el mundo a nuestro alrededor con un marco teórico; sin él, la práctica es ciega. Hay que aprender a estudiar, comprender lo que está pasando y decidir nuestro propio papel en ello. Hay que describir e interpretar bien; si nos equivocamos no quedara nada de nosotros.
FICHA BIBLIOGRÁFICA
- Mélenchon, Jean-Luc, ¡Ahora el Pueblo! Hacia la revolución ciudadana. Traducción de Mario A. Zamudio Vega, revisión de la traducción de Alejandra Ortiz Hernández y Paola Collado, primera edición en español, México, Fondo de Cultura Económica (FCE), 2025, 448 p. (Colección Tezontle)

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