En Jalisco hay un cáncer y se llama Alfaro. No había lugar en pueblos y ciudades de Jalisco donde la gente no comentara la grave situación que soportábamos.
Alfaro ha sido el peor gobernante en la historia reciente. No solo era su prepotencia y su nula empatía al pueblo, sino que cada acción que determinaba tomar era un paso más al precipicio sin importarle afectaciones ni saldos negros.
Jalisco obtuvo en múltiples ocasiones los primeros lugares, pero de la cola.
- Primer lugar en desapariciones
- Primer lugar en feminicidios
- Primer lugar en asesinatos
- Primer lugar en incendios forestales
- Top 5 en robo de automóviles
- Siempre Top 5 en delitos.
Siempre exhibido en la mañanera por la inseguridad y la corrupción que imperaba y que aún continúa. Aquí no se eliminaron las cajas registradoras de los hospitales, aquí hasta los delegados de las instituciones federales le hacían el caldo gordo al gobernador.
Alfaro siempre haciendo sus caprichos, incluso en la pandemia del COVID, imponiendo dictatorialmente su voluntad a través de sus cuerpos represivos, como cuando unos policías mataron a un joven por no usar cubrebocas.
Encierros y salidas a destiempo, medidas autoritarias; lo peor, no alcanzaron las vacunas. Eso sin contar el decrecimiento económico, el exacerbado endeudamiento, el desvío de agua en beneficio de unos cuantos y en perjuicio de toda la población tapatía. La lista de yerros es inmensa, no alcanzaría el papel para enunciarlos.
Sí, ya sé que todo México piensa que nosotros, los jaliscienses lo elegimos y merecimos ese castigo por votar a su favor. Pues díganme, quién en su sano juicio escoge a su verdugo?
El pueblo de Jalisco ya conocía a Alfaro. Había sido presidente municipal de Tlajomulco y después de Guadalajara, la tercera ciudad mas importante del país; es decir, lo que sucede en Guadalajara, impacta en el estado.
Alfaro no era aceptado, no lo queríamos. Soportarlo en Guadalajara, fue suficiente para vacunarnos de sus mediocres políticas antipopulares y de ocurrencia.
Aún así lo impusieron, como quieren ahora imponernos a Lemus, el amigo de Alfaro, ambos del MC. Hubo fraude hace 6 años, como hubo fraude ahora, solo que esta vez lo hicieron al aventón, a la luz del día y a vista de todos. También hoy ayudó la iglesia.
En este estado tan recalcitrantemente católico, los curas ya tomaron de costumbre hablar en misa contra el partido que no les conviene para su labor de alienación y porque son parte de los poderes fácticos.
También en los templos se dieron muchas de las capacitaciones para los integrantes de las mesas directivas de casilla.
Los representantes del INE, pasaban personalmente a las casas para realizar el proceso de entrega de documentación a los seleccionados para las mesas directivas dando a conocer el templo donde se impartiría la información. ¡Ni el PAN hizo eso!
Fue extraño llegar a votar y encontrar a las personas mas asiduas al templo, conformando las mesas directivas. Todas de la misma cuadra.
—Este año, les tocó a los de marzo — dijeron los enviados del Instituto electoral al referirse a los que participarían en las mesas de casilla. ¡Qué raro que en una misma cuadra vivieran todos los nacidos en marzo!
A pregunta expresa de una persona que sería secretario en una mesa directiva en el Dtto 13, sobre el horario de participación el día de la elección, le respondieron:
— Será de 8 de la mañana a 6 de la tarde —. Y agregó:
—Hoy no les tocará llevar a ustedes los paquetes electorales, eso lo haremos los del INE.
— Siempre les tocaba a los presidentes de casilla entregar el actas y votos; hoy no— Dijo tajante la persona representante del INE Jalisco.
Clara maquinación de un fraude ahora conocido. El proceso turbio comenzó desde campaña, al llegar en varias ocasiones los del Ayuntamiento a tocar a las casas con el pretexto de levantar encuestas sobre preferencia del voto.
La intención descarada de la visita, era inducir el voto a favor de Lemus, alcalde con licencia que contendía para gobernador.
—La tendencia va a la alza con Lemus, es que Lemus es el mejor! — Expresaron.
Como pueblo, todos comentábamos en la calle, en los trabajos en las universidades y hasta en las filas de las tortillas que era nuestra oportunidad de sacar a MC votando todos por MORENA.
El hartazgo llevó a Jalisco, un pueblo conservador, donde la derecha ha sido durante dos siglos un bastión, a escoger nuevamente y con mayor decisión a un partido que a nivel nacional era la esperanza y la solución para muchos problemas sociales.
Sin embargo, la lucha por la defensa del voto debe hacerse de la mano del pueblo que es el agraviado.
La credibilidad del pueblo en las elecciones pende de un hilo. MORENA no puede permitir que Lemus llegue a la gubernatura. No puede permitir que un delincuente electoral le robe la elección en Jalisco. Pruebas, las hay de sobra. Pero a veces no es suficiente.
Para que el sistema te respete, necesitas mostrar determinación. Y es algo que en este caso, no se ha visto.
Que sirva de experiencia para la próxima elección. Cuando se pone en las dirigencias partidistas a gente que no sabe de política se paga un costo muy alto. Un costo que hoy Jalisco lo está pagando.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios