Las ofertas laborales para los jóvenes que no han tenido la oportunidad de estudiar son muy bajas. Estudiar, aún sigue siendo para muchos una cuestión de privilegio porque las necesidades básicas en casa no están cubiertas aún. En ocasiones las mujeres llevamos la de perder porque sobre nosotras culturalmente se pone la responsabilidad social de hacernos cargo de las labores del hogar. Este es el caso de una de mis amigas que únicamente pudo concluir el bachillerato porque tenía que hacerse cargo de su papá y sus hermanos.
Hace algunos meses mi amiga decidió trabajar por primera vez, un suceso extraordinario, tomando en cuenta que se enfrentó al miedo de postularse. Comenzó a trabajar en una tienda de ropa llamada Vertiche, desde que ingresó, nos comentó ciertas condiciones laborales que me parecieron fuera de norma como largos horarios que superan las ocho horas y el tiempo de comida también se consume dentro de la tienda. No le dieron una copia de su contrato, así que no me pudo indicar los detalles del mismo, pero eso no es lo peor, el ambiente laboral está lleno de insultos y tratos denigrantes, me parece.
La empresa indica que comenzaron sus labores en el año 2000 y que hasta ahora poseen 300 sucursales en todo el país. No sé en cuántas ocurran las historias que he sabido de esta chica que, por ser su primera experiencia, me pregunta constantemente si esas cosas son normales y si hay alguna forma de solicitar la intervención de alguien. Lo primero que supe es que los trabajadores son principalmente jóvenes que se incorporan al campo laboral sin experiencia o personas que no pueden desplazarse muy lejos por tener que cuidar a sus hijos pequeños. Constantemente hay insultos del tipo “si tú no lo haces yo tengo diez allá afuera que van a querer ocupar tu lugar”.
Los gerentes o quienes coordinan a los vendedores usan constantemente la información personal de los trabajadores para someter a grandes cantidades de comentarios violentos. Recuerdo uno de los regaños que le hicieron a una de las compañeras de mi amiga, que trabajaba para sostener a su bebé fue: “si hubieras cerrado las piernas no necesitarías el trabajo”. Acoso laboral, violencia de género, no sé si las horas que pasan ahí explique lo grotesco de sus comentarios, pero estar sometido de 10 de la mañana a las nueve de la noche con las horas de comida que son comodines temporales, ya que pueden ser entre las dos y las cuatro de la tarde en el comedor de la empresa, me parecen una especie de tortura emocional.
Lo que me llama la atención es que las personas que trabajan ahí no se quejan, también es cierto que no hay un área destinada a revisar ese tipo de circunstancias dentro de la empresa. Cuando esta chica me preguntó qué podía hacer al respecto le recomendé que revisara si podía tener acceso a algún lugar que coordine las tiendas, aunque no sé realmente cómo se procedería ya que no hay ninguna información por ejemplo en su sitio web donde se pueda tener comunicación con la empresa. Le di algunas recomendaciones, sobre todo que metieran una carta para llevarla ante la Secretaría del Trabajo y sería mucho mejor si lo hacen en conjunto. Se pueden realizar ante la PROFEDET https://www.trabajo.cdmx.gob.mx/servicios/servicio/inspecciones-los-centros-de-trabajo.
Hay muchos espacios donde las condiciones laborales no son dignas y los empleadores abusan de las personas que les prestan sus servicios. Recuerdo un restaurante donde sé que las propinas se tienen que dar en efectivo porque son las únicas que cuentan para repartirse entre los meseros. No tenemos que rascar mucho, en 2023 La casa de Toño sonó mucho por los abusos laborales que suelen realizar contra sus meseros https://www.tiktok.com/@prynceprestige/video/7287692468122963206?is_from_webapp=1&sender_device=pc&web_id=7304470241144309254.
Lo que considero que falta a las personas, tanto jóvenes como adultas, es conocer el procedimiento para la revisión constante de los espacios laborales. En realidad, encontré la sección de la PROFEDET por el caso de mi amiga, pero yo no tenía idea dónde podría hacerlo, supuse que la Secretaría del Trabajo puede regular estas situaciones, pero no conocemos cuál es su forma de proceder. Necesitamos hacer más visibles estos recursos a los interesados. Hace tiempo también busqué la vía para denunciar gestiones turbias en escuelas públicas, los papás de los niños no tienen idea de cómo proceder para evitar las solicitudes de cuotas a mitad de año escolar.
¿Cómo podríamos lograr que las distintas secciones de las dependencias gubernamentales estén al alcance de la ciudadanía a lo largo del país? Porque la lógica del centro y la periferia también es un punto que necesitamos considerar. Quienes vivimos en la “Ciudad de” tenemos un poco más de probabilidades de acceso a los recursos, pero depende de qué ciudad. La CDMX es la más privilegiada, pero es necesario acercar todo esto a las periferias. Aún es titánica la tarea del gobierno federal.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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