Hoy quiero volver a mi esencia, mi origen. Los primos gringos le llaman: “back to basics”. Y para mí, lo básico es el mar. Muchos evolucionistas incluso se aventuran a teorizar que de ahí viene la vida como la conocemos ahora. Yo no lo creo así. Pero lo que sí atesoro como cierto, es que nuestro país y su potencial comercio actual, son la evolución perfecta de su bendito litoral. Los dos más grandes océanos del mundo conectados por medio de un valiosísimo pedazo de tierra: México. Y pensando local pero maniobrando global, la historia de nuestra modernidad como nación tiene por génesis La Villa Rica de la Vera Cruz o lo que es lo mismo, la Heroica Veracruz.
En septiembre de 2021, Ricardo Mancisidor Landa, Subsecretario de Industria, Atracción de Inversiones, Comercio Exterior y Proyectos Estratégicos del Gobierno de Veracruz, acotó lo siguiente: “El estado de Veracruz, por tradición y cultura, ha sido denominado la puerta de México al mundo y no es casualidad, en él se encuentra el Puerto de Veracruz, que a lo largo de su historia ha sido testigo de innumerables hechos que han determinado gran parte de la vida social, política y económica de Veracruz, México y de América”. Este Estado y particularmente la ciudad del mismo nombre, han sabido aprovechar las coyunturas geopolíticas e históricas para crecer a pesar de las muchas veces que los han intentado detener.
Ya sabemos cómo inició todo, “Quetzalcóatl” desembarcó en las playas de Chalchihuecan para posteriormente a lomo de caballo conquistar Tenochtitlán y dar pie a la mayor simbiosis jamás generada entre dos culturas. Sí, lo sé, mi resumen fue extremadamente simplista, me disculpo de antemano, pero sin menosprecio al pasado prefiero valorar lo que el presente nos está dejando, para que ahora nosotros arrebatemos un mejor futuro como mexicanos. Esa es ahora mi vocación como heredero portuario que soy. Desde Veracruz para México y el mundo.
Veracruz ha significado para todos los gobiernos, pasados y presentes, un inmejorable nicho de desarrollo económico y comercial. Los ingleses, grandes emprendedores portuarios históricos, reconocieron el potencial de los muelles veracruzanos y comenzaron a invertir en el desarrollo de la infraestructura marítima de la costa jarocha. Para la segunda mitad del siglo XIX las manos de los veracruzanos y el capital inglés, ponían a tono y en orden el origen industrial de El Puerto de Veracruz. El impulso económico se disparó y la bonanza llegó a la ciudad y a sus habitantes. Los trabajadores portuarios encontraron su identidad con la brisa salada que bronceaba sus mejillas en las largas y pesadas jornadas laborales. Entendieron el valor de lo que generaban para el crecimiento económico de la ciudad y el país.
En siglo pasado, se fueron consolidando importantes sindicatos portuarios en Veracruz. Dos de los más grandes lograron fusionarse, la Unión de Trabajadores, Maniobristas, Carretilleros y Jornaleros de la Zona Marítima del Puerto de Veracruz y el Sindicato de Cargadores y Abridores del Comercio y de la Zona Marítima del Puerto de Veracruz. Hombres y mujeres que forjaron el orgullo del trabajo de los muelles, a punta de valentía, coraje y entrega de sus vidas. De ahí surgieron Refugio Pulido, Macario Pulido, Alejandro Pulido, los Tejada, los Figueroa, los Quintana, los Ruiz, los Torres, los Espejo, los Lastra, los García, los Moctezuma, los Fernández, los Morán, los Hernández, los Loera, los González, los Rodríguez, los Susunaga, los Robles, los Mora, los Ojeda, los Cortés, los Lara, los Márquez y muchas tantos esforzados que nos dieron a mí y a mi generación un sentido especial de pertenencia. Los obreros portuarios de Veracruz tenemos la historia de un país y una región continental sobre nuestras espaldas. Pero algunos nos quisieron robar.
Tal fue el caso de la Requisa del Puerto de Veracruz en 1991. Un ataque de un solo plumazo, perpetrado por el expresidente Salinas de Gortari y que según palabras del actual presidente constitucional de México, Andrés Manuel López Obrador: “el Gobierno de Carlos Salinas fue el más corrupto de la historia, ya que en ese periodo fue cuando se entregaron a particulares los bienes de la nación”. Y así fue el caso, el máximo bien comercial portuario de la nación se lo arrebató Salinas de Gortari a los sindicatos portuarios de Veracruz. Actualmente activistas y líderes sindicales han logrado recuperar la batalla que por más de 30 años sentían perdida. Del 2018 a la fecha, se ha avanzado mucho para que las peticiones de las víctimas del neoliberalismo se escuchen y se empiecen a atender. Sin embargo, a pesar de lo logrado, se dio un revés moral a los sindicatos desde la Consejería Jurídica de la Presidencia, su titular María Estela Ríos González respondió a una demanda de los trabajadores veracruzanos dándole la razón de la requisa del Puerto a Carlos Salinas de Gortari. Y si bien es cierto que el presidente López Obrador dijo que: “es una respuesta legal, así nada más”, impactó en el ánimo de los Maniobristas de Veracruz.
Pero bueno, lo más valioso que tiene la unión portuaria, es la hermandad. Y esta trasciende todas las fronteras. Un Portuario en cualquier parte del mundo reconoce lo que otro ha sufrido y logrado, sin importar su origen. En este contexto, el Sindicato de Maniobristas en octubre de 2021 se adhirió al INTERNATIONAL DOCKWORKERS COUNCIL o IDC (CONSEJO INTERNACIONAL DE ESTIBADORES) y de ahí surgió IDC MÉXICO afianzando de esta manera, todo el impulso de pertenecer a una entidad mundial de lucha sindical. El IDC representa a más de 140,000 Estibadores en más de 100 países. Su origen fue el conflicto laboral del Puerto de Liverpool, dónde trabajadores y gobierno se enfrentaron encarecidamente. A lo largo de más de 22 años de existencia, este Consejo ha luchado contra las prácticas de navieras opresoras y gobiernos injustos. Recientemente tuve oportunidad de asistir a una asamblea internacional y conocí a muchos líderes sindicales. Escuché historias actuales de cómo han cerrado puertos en Australia, Chile, Brasil, Ecuador, Inglaterra e incluso Estados Unidos, aunque sea por un par de horas para demostrar el poder de la Unión cuando los derechos laborales de los hermanos estibadores son amenazados. A los gobiernos esto no les favorece, el paro del comercio Portuario impacta grandemente a la economía de una nación y las navieras enloquecen. Ellos pierden pero la dignidad laboral queda intacta y se fortalece.
Hoy vuelvo al origen y me tomo la libertad de pedirle al presidente Andrés Manuel López Obrador que apure la solución del conflicto Portuario de Veracruz ocasionado por el corrupto neoliberal Salinas de Gortari. Ya no podemos aguantar tener más compañeros muertos en la pobreza y el olvido, ajenos a la justicia que merecen. Hoy como hijo de veracruzano, así como usted lo es presidente, le pido con el corazón en la mano que urja su voluntad política y la empate a su responsabilidad humanista en favor del Puerto Jarocho. Los Estibadores del mundo están con nosotros y por ende, con usted. Nuestra fuerza se hará presente para abrir puertos en todo el mundo al comercio mexicano. No queremos detener lo avanzado ni quitarles tranquilidad a quienes laboran en los puertos de México. Pero de ser necesario, el brazo fuerte listo está, de la hermandad portuaria internacional.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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