Guerra híbrida estrategia de desestabilización

Opinión de Juan Rosales

Para desestabilizar un gobierno democrático y obtener el control de los recursos, la economía y la política, a favor de los intereses de la élite, se ensayarán estrategias no convencionales.

Daniel Marmolejo. Guerra Híbrida. Capítulo I. Documental. YouTube. 13/Nov/2019.

Variadas resultan las acciones que los opositores al gobierno de la 4T realizan un día sí y otro también con el fin de ir construyendo cotidianamente una narrativa mentirosa contra el actual gobierno mexicano. Lo primero que salta a la vista son las campañas que, con variados temas, dirigen mediante todos los medios corporativos y redes sociales a su alcance, pretenden ser “creativas” aunque resultan de corto alcance y limitada duración en las tendencias mediáticas. 

Sin embargo, junto con esta manipulación e infodemia los reaccionarios se “organizan como miembros libres de la sociedad civil”, para fundamentar la “defensa de la libertad” y ser sujetos de jugosos apoyos económicos que organizaciones internacionales siempre están dispuestas a aportar a quienes luchan contra la “dictadura y el comunismo”. Asimismo, promueven “movilizaciones” callejeras en las que no muestran ningún poder de convocatoria, al menos hasta ahora.

No olvidemos el trabajo político que llevan a cabo en los congresos, federal y locales mediante los partidos de oposición, así como los vínculos, ya demostrados, con magistrados y jueces quienes contribuyen otorgando amparos y órdenes dirigidas a los ministerios públicos para liberar a miembros de la delincuencia organizada o de “cuello blanco”. 

Otro frente son las relaciones que mantienen con gobiernos, medios y sectores financieros internacionales que sirven de “caja de resonancia” y son a la vez origen y seguimiento de temas y campañas contra el gobierno legítimamente constituido desde le 1 de diciembre de 2018. 

Estas tácticas, sumadas a otras más, tienen su propia coherencia interna, conforman estrategias de desestabilización y dan origen a lo que algunos expertos han llamado la guerra híbrida. El amplio abanico de acciones se ha ido haciendo cada vez más sofisticado pero siempre, con el fin de evitar, que gobiernos “no amigables” o afines a los propósitos que el capitalismo requiere para mantener su predominio mundial, se consoliden y sus experiencias sirvan como ejemplo para otros pueblos, gobiernos y líderes sociales. 

En Guerra Híbrida1, serie de tres documentales elaborados entre 2019 y 2020, Daniel Marmolejo explica las estrategias convencionales y no convencionales cuyo objetivo es la desestabilización de las estructuras formales institucionales para someter a la población a los designios de una élite económico-financiera. 

Creo que el propósito de sometimiento de la población está dirigido a aquellos sectores cuyo nivel de información es reducido y generalmente ofertado por los medios corporativos de comunicación. Aunque también producen dos resultados: 1) Generar el ambiente social necesario para llevar a cabo cualquier acción, sea ésta utilizando los cauces jurídicos institucionales o bien extremos, bajo la hipótesis de que la capacidad de reacción social podrá ser controlada y, el 2) Reducir a su mínima expresión las movilizaciones de rechazo y de abierto apoyo al gobierno que pretende ser o ha sido removido. 

Marmolejo lo dice así: destruir la escala de valores de la sociedad el fin máximo de la guerra híbrida. La guerra híbrida la estamos viviendo en los medios de comunicación porque es lo más evidente, es ahí en dónde se ve qué es lo que pasa, qué es lo que buscan esos medios con esos mensajes, buscan que a la larga y en un descuido hasta pueden “desorientarnos”, nos pueden hacer dudar del camino que llevamos y de que el camino que seguimos es el adecuado… donde está la guerra híbrida fuerte es en el poder judicial. 

En voz del expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, en la primera parte de Guerra Hibrida se describe brevemente el concepto de guerra jurídica la cual fue utilizada en los casos de Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva. A decir de Correa los eternos poderes que siempre dominaron a Latinoamérica cuentan con una estrategia reaccionaria bien articulada regionalmente y no es casual que se dé la misma forma de persecución contra líderes progresistas en Ecuador, Brasil, Argentina. Esto se fundamenta en dos ejes: el supuesto fracaso del modelo económico de izquierda y la pretendida falta de fuerza moral de los gobiernos progresistas. 

Las palabras del expresidente ecuatoriano, por cierto formuladas en una conferencia impartida en México, son congruentes con lo afirmado por el presidente López Obrador cuando en una de las conferencias de prensa matutinas, describe las acciones de la oposición utilizando la guerra jurídica: lluvia de amparos, sabotaje legal en los amparos del aeropuerto, los amparos para la refinería, los amparos para el Tren Maya, estamos cumpliendo legalmente con todo, pero si hay intereses creados lo tenemos que decir.

La ofensiva de la reacción está basada en el modelo subversivo occidental de ¨regime change¨, conocido como revolución de color. En un interesante análisis publicado, el 1 de agosto de 2019, por Heinz Dieterich, titulado Avanza desestabilización contra Andrés Manuel López Obrador, afirma que este tipo de subversión se basa teóricamente en cuatro fuentes: 1. los trabajos de Gene Sharp de la Albert Einstein Institution (AEI) en Nueva York; 2. las tesis del  Center for Applied Noviolent Actions and Strategies en Belgrado (CANVAS); 3. los teoremas de la Social Identity Theory de Henry Tajfel y John Turner, y 4. las múltiples universidades de élite (Harvard, Columbia, etc.) y think tanks estadounidenses (Carnegie, Brookings, Rand), que sirven al complejo militar-corporativo imperialista a mantener su dominio global.2

Dieterich afirma que las llamadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG), son el modo operativo preferido por los desestabilizadores en México. Indica que sus contenidos son generalmente demagogias y argucias legaloides, ecologistas, proindígenas, derechos religiosos, democráticos, etcétera. Citan a “expertos”, “líderes sociales”, defensores de derechos humanos, burócratas lejanos y escritores renombrados, para adelantar cual caja de resonancia sus memes propagandísticos orwellianos. Tsunamis demagógicos contra los megaproyectos, la militarización de la frontera sur, la Guardia Nacional, la supuesta recesión económica, la violación de leyes y costumbres, la falta de respeto de AMLO a la división de poderes, etc., son algunas de esas demagogias que incesantemente procuran desestabilizar al único proyecto sensato y viable, que México ha conocido en las últimas cuatro décadas. 

Lo anterior explica la postura asumida por López Obrador al cuestionar frecuentemente el papel de las ONG,por lo que ha sido muy criticado desde esas entidades y fuera de ellas. Cabe recordar que durante sexenios se canalizaron cuantiosos recursos oficiales, etiquetados como donaciones o aportaciones para fines alejados de tareas efectivamente de beneficio social o comunitario. Sin embargo, no todas estas organizaciones encubren intereses facciosos o económico-políticos, ya que las hay vinculadas a la defensa de derechos y diversas causas de beneficio a grupos vulnerables. 

Un video dirigido a las bases de Morena y elaborado por su Instituto Nacional de Formación Política, con el título ¿En México se está instrumentando? explica de manera suscinta y breve las etapas que se siguen en la estrategia del golpe blando, así como qué debe hacer la población para contrarrestar sus efectos en contra de un gobierno democrático.3

Parecería que ya estamos lejos de que la derecha y sus aliados extranjeros logren su propósito de impedir la conclusión del gobierno actual, dado lo avanzado del sexenio, sin embargo, conviene que estemos atentos pues el escenario electoral para el 2024, llegó muy temprano. A dos años la derecha está trabajando para problematizar todo aquello que resulte una traba en la continuidad con cambio de la 4T. Me refiero, solo por dar algunos ejemplos, a los “monreales”, a las divergencias internas en Morena, a la eventualidad de diferencias entre los candidatos guindas más relevantes, además de aquellas acciones políticas que los opositores por sí mismos sean capaces de generar. 

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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