Amor con amor se paga. El domingo 2 de junio millones de mexicanos estaremos ejerciendo nuestro derecho constitucional al voto, de manera legal, legítima, ética, pacífica y democrática haremos valer la voluntad popular que respalda la gesta de reconstrucción nacional encabezada por Andrés Manuel López Obrador. Desde 2018 en México ya no mandan las elites corrompidas, el que manda es el Pueblo organizado. Desde 2018 el pueblo dijo “no más PRIAN” y este 2 de junio los vamos a terminar de sacar, pues solo yacen sus vestigios parapetados en algunas instituciones corrompidas que falta por limpiar.
Cada voto será un reconocimiento al mejor presidente en la historia del México reciente, el que por primera vez en décadas volteó a ver a los desprotegidos, los oprimidos y los antes humillados; hoy estamos de pie orgullosos nuevamente de nuestro país y de ser mexicanos. Gracias a los cimientos de la Transformación emprendidos y diseñados por mujeres y hombres libres, voluntarios y anónimos que han acompañado en esta hazaña al movimiento obradorista desde sus raíces. Hoy se recupera el Estado Democrático de Derechos y Bienestar.
Tenemos una tarea indiscutible cada uno de los que nos reconocemos como militantes del cambio verdadero en México, y es contribuir en el marco de la legalidad a la movilización de todos los que se han comprometido con el sufragio a favor del proyecto de Nación, que en adelante enarbolará la Dra. Claudia Sheinbaum, quien será la primera mujer en llegar a la presidencia de México. Cada uno de nosotros debe erigirse como un concientizador y un movilizador; no olvidemos que el viejo dinosaurio nos contempla virulento y añorando repetir sus viejas mañas para judicializar y descarrilar los procesos electorales.
Es importante prepararnos desde días antes, hacer un listado de todos nuestros amigos, vecinos y familiares que están del lado correcto de la historia, el recordatorio fraterno para la nueva cita con la historia es imprescindible. Una avalancha de definiciones por el Plan C es la condición para alejar a los reaccionarios de toda tentación golpista; como en 2018 la participación más amplia es el antídoto ante las remoras del clientelismo y de los tontos útiles a los poderes fácticos.
Ante la jornada del 2 de junio, en la reflexión más íntima, la que siempre evoca a la esperanza en el porvenir, dar las gracias se convertirá en un nuevo umbral de esperanza, en la consolidación del Humanismo Mexicano, y en la posibilidad real de que el obradorismo permanecerá como corriente histórica, filosófica, de opinión y sobre todo de participación para la Transformación, más allá de 2024, y como hilo conductor del renacimiento mexicano del siglo XXI.
Es preciso recordar lo que escribió AMLO en su reciente libro, titulado precisamente Gracias, que en su página 548 declara:
“La última reflexión es que les doy Gracias a muchos, a millones, mujeres y hombres, de antes y de ahora, precursores, conocidos y anónimos, pero siempre fieles y generosos, que me dieron su confianza en mi larga travesía para ayudar con mi imaginación, ideales y trabajo en la transformación de México, en bien de nuestra generación y, sobre todo, de los que vendrán después de nosotros. Ofrezco a mis adversarios sinceras disculpas: nunca pensé en hacerle daño a ninguna persona y me retiro sin odiar a nadie. Espero que comprendan que, si me expresé con dureza y radicalismo, lo hice siempre con el fin de alcanzar la bella utopía, el sublime ideal de amor al prójimo”.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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