Quisiera que el tiempo no pasara, para que AMLO nunca dejara la presidencia. No solo es que con ansias esperáramos un cambio a favor del pueblo, también es que este presidente, tiene una esencia y un corazón que ningún otro ha tenido.
El haber nacido en un poblado alejado de una ciudad, el ser de una clase humilde, el haber crecido en el campo, donde las amarguras citadinas no empañan los sentires, le dió las cualidades para ser un líder amable, afectuoso, sin remilgos ni halos de superioridad.
AMLO es un hombre al ras de tierra. Entiende al pueblo porque es parte de él. Cumple con los requisitos que un líder popular debe ostentar: Ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo.
A todo eso, agreguemos sus grandes dotes sociales: Como político, el mejor; con un perfil sumamente integral. Pudo reconstruir un país en ruinas, pudo regresar al pueblo la confianza y el amor a la Patria que muchos habían olvidado.
Como filósofo ha devuelto al país la esencia humanista de nuestros antepasados indigenas. Como historiador conoce de manera fidedigna cada momento trascendental de nuestro México, usando ese saber para rehacer lo bueno y excluir los errores cometidos en el pasado.
Como economista ha llevado a México a superar muchos de los ultrajes causados por el neoliberalismo. Con todo y pandemia, con todo y guerra e inflación estadounidense, con todo y narco-oligarquía, ha podido darle al país el bienestar que hace décadas no percibíamos.
Posee una agenda demasiado ocupada y aun así nos ha dejado una herencia en sus libros. Su experiencia invaluable como legado literario será nuestro apunte para el futuro de esta nación.
Hombres como AMLO no nacen por montones. Son contados, son históricos, son leyenda viva. Qué tiene este hombre que no se cansa? Acaso no duerme? A qué hora hace sus análisis? A qué hora toma sus decisiones? A qué hora hace deporte? A qué hora duerme, come, lee, escribe, convive son su familia?
Tanta es su energía, que hace de todo. Quién sabe hasta cuándo tendremos otro presidente como él. Por eso, disfruto cada día de este sexenio, cada mañanera, cada frase, cada enseñanza, cada acto de este gobernante.
Porque cuando ya no esté, seremos nosotros quienes mantengamos viva la llama de la justicia, la libertad y la democracia.
GRACIAS AMLO! POR DARNOS LA OPORTUNIDAD DE ENTENDER QUE SOMOS NOSOTROS QUIENES DEBEMOS CONTINUAR TU LEGADO.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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