Es impresionante el interés por adquirir el nuevo libro del presidente agotado desde su preventa, donde el título del mismo nos dice mucho. La razón principal, desde mi punto de vista es porque va dirigida a los jóvenes.
A estos jóvenes que les tocó digerir las ideas retrógradas de los conservadores, a quienes con el control de los medios masivos de comunicación les vendieron la absurda idea del individualismo y aspiracionismo, fomentando en muchos el egoísmo y la sumisión, en torno a las ideas difundidas por los falsos líderes de opinión.
Así vemos como se identificaron con figuras de renombre y en algunos casos con personajes de la delincuencia elevados a ídolos a través de series y noticias falsas. Así nace la ideología del aspiracionismo mal encausado hacia el materialismo, sin importar los medios de como lograr los objetivos de riqueza económica aún a costa del propio bienestar físico y emocional, inclusive poniendo en riesgo la libertad, a la familia, la dignidad. En fin, sin importar el costo.
Esto nos ha llevado a un proceso constante de sufrimiento en la sociedad, dónde ya se ve de manera “normal” que en nuestras propias familias exista alguien que delinque, que abuse o que se corrompa, con la absurda idea de que como todos lo hacen también se tiene derecho a aprovechar las oportunidades de enriquecerse a sabiendas de que se está delinquiendo.
Aún sin haber leído el libro del presidente, tengo la plena seguridad de que impactará a muchos ciudadanos, sobre todo en el aspecto humano ya que es indudable la capacidad que nuestro héroe viviente ha demostrado de como con el trabajo honesto se puede lograr beneficios tan impresionantes para el país, demostrando también que no hacían falta recursos, sino que sobraban ladrones.
Esperemos que no solo el ciudadano común que siempre ha marchado codo a codo con Andrés Manuel, tenga la oportunidad de alimentarse de la influencia humanista y honesta de López Obrador. Le hace falta a muchos colaboradores, representantes de morena, dirigentes, servidores públicos y sobre todo a los próximos contendientes de la elección más grande en la historia, asimilar el amor que emana de las entrañas mismas del presidente, las pasión con la que trabaja y se entrega en beneficio de su pueblo.
La tarea que nos deja el presidente es difícil, nunca nos engañó, desde su toma de protesta pidió el apoyo del pueblo para lograr los objetivos del proyecto, depende de nosotros que la cuarta transformación se fortalezca, ya logró convencer a muchos de que tenemos el poder de decidir, que nadie se engañe. Los servidores actuales y los que vienen son eso, servidores públicos, representantes del pueblo y como bien lo dice Andrés Manuel. El pueblo manda
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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