Una parte de la población parece no advertir los tiempos políticos del país y percibe al actual partido en el poder como un partido más, en el peor de los casos como la continuación del pasado en la vida de los partidos que llegaron al poder.
Ni el Presidente ni Morena es uno más del montón que el antecedieron. No se trata de exaltar un proceso electoral próximo sino de dar a conocer que tanto la figura del presidente como la manera de operar políticamente del partido en el poder es objeto de estudio por catedráticos, intelectuales, estudiantes de otros países.
Se trata de un fenómeno político que mantiene un nivel de aceptación sin precedente no sólo en el interior de México sino desde la perspectiva de otros países, un referente de fuerza en la historia de los mandatarios y de los partidos en el poder.
Desde luego que ha contribuido a esta fuerza la inexistencia de una oposición real.
En este panorama, una manera de mostrar la disidencia discreta de algunos es pensar que la igualdad entre la política del presente y del pasado es igual. O que la historia se repite, contradiciendo no sólo la lógica sino la visión brillante de Heráclito, quien hace 27 siglos dijo “Nadie se baña dos veces en el mismo río”. El filósofo alemán Jürgen Habermas, siempre recomendó la lectura, incluso la relectura de los clásicos para entender el presente.
Los conservadores lo que menos hacen es leer. La historia para ellos no existe porque al tener como meta el pasado la ven como algo latente, no reconocen el devenir de la historia ni la evolución de la especie. En México, la derecha, eternamente nostálgica por el pasado, tienen cero de calificación en la materia de Historia, aunque de repente se consideren correctores de los libros de texto.
La violencia que la derecha vive actualmente contra sus propios grupos y recordar que, para el filósofo griego, presocrático, Heráclito, para quien la clave para vivir en armonía con el mundo es aceptar y adaptarse a este flujo constante, en lugar de resistirse a él.
Es por ello que los conservadores siempre tienen espacios para la violencia, para la agresión, para el rencor, incluso para el odio. Su falta de adaptación al presente les distorsiona la realidad y esta es una de las causas por las cuales todavía no entienden que tanto el Presidente dela República, a punto de concluir su periodo, como el partido Morena, no sólo son diferentes sino dignos de conocer mejor.
La incapacidad de entender el presente y reconocerlo como tal es producto de la enorme nostalgia por el pasado, donde algunos de los conservadores se instalan como si fuera el presente. La burbuja de cristal en la que vive mucha gente conservadora, con un universo de cinco a diez personas como único universo, les impide adaptarse al momento en el que viven, razón por la cual todo lo ven igual.
Sigmund Freud habló del principio de realidad como un concepto ligado al principio del placer, en una interdependencia simbiótica, imposible de separar. La derecha, con cargas morales, de represión sexual, más pesadas de lo que pueden soportar, al inhibir la libertad de sus placeres inhiben la percepción de la realidad.
Esto es una visión simplista que debe estudiarse más a fondo respecto a estos dos conceptos freudianos, que mientras más se estudian se encuentra más vinculación y paralelismo siempre inseparable.
Así la autorrepresión tiene que ver con la inhibición de otras conductas repercuten en una manera de percibir el mundo a partir de una discapacidad para entenderlo. Si hay censura en la percepción seguramente la habrá en la aceptación de lo percibido, o sea la realidad y esa manera de suspirar por el pasado, impide advertir el presente como su realidad porque para los conservadores el presente es sólo parte de su realidad porque siempre anhelan los viejos tiempos, a cuyos recuerdos o remembranzas dedica buena parte de sus vidas.
La pertenencia al conservadurismo más que una posición política o ideológica, tiene su origen en la falta de adaptación de algunos seres humanos a entender el momento que viven, y es en esa resistencia donde surgen conductas patológicas como las que conocemos de algunos miembros de la derecha en México que llegan a niveles no sólo de patología sino de delincuencia. Basta ver el equipo de campaña de Xóchitl para ver que no sólo hay pendientes muchas órdenes de aprehensión por ejecutar sino muchos medicamentos psiquiátricos que administrar. Su relación con la realidad es muy lejana
Es en esa manera de adaptarse al presente de resistirse a la realidad a grado tal que prefieren consumir noticias, como parte de su evasión de la realidad, a sabiendas de que son mentiras
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