El sábado pasado estuve en la XXIV Feria Internacional del Libro del Zócalo de la Ciudad de México, donde después de recorrer algunas editoriales, encontramos el inicio de una mesa de discusión donde participaban Juan Carlos Monedero, Giovanni Porzio y Christian Rodríguez https://www.youtube.com/watch?v=a0MPa1srxkw. Los participantes ponían en la mesa las políticas que fortalecen el capital y que desgastan los estados de bienestar, donde se calla la condena hacia los conflictos bélicos porque eso sustenta el movimiento de la economía de varios países. Lugares que han perdido el empuje social que está basado sobre el racismo o el odio sembrado en sus ciudadanos, emoción que separa y deja a las personas en el impulso individualista. No sé si esto nos refleje algo a nuestro alrededor, espero que no nos identifiquemos con ello.
Lo que me parece interesante es la idea que los analistas europeos nos ven desde esos lares. Desde Francia nos dicen “no se olviden de nosotros”, en Italia mencionan que el racismo es el fundamento del fracaso de la izquierda que deja en la tumba cualquier resplandor de solidaridad entre las personas. Para España, pueblo con el que tenemos historia, incluso una hermandad, nosotros somos un ejemplo de movimiento social anclado a espacios de poder con potencial para modificar el sistema económico ante la crisis del capitalismo; la cual permite que penetre a través de sus grietas formas de organización política como el fascismo.
Me gustaría tocar en esta ocasión una idea final que necesitamos retomar, nos dice Monedero que cuidemos nuestra democracia, un valor social que nos ha costado tanto conseguir, que aún estamos construyendo y se puede perder fácil. No es algo menor, la exigencia democrática es con lo que hemos crecido, no viví el voto de las mujeres, pero conocí la pérdida de temas fundamentales en los programas de educación básica a través de los libros de texto. Viví el país en crisis económicas, la indignación de la llegada de la comida rápida el centro de Oaxaca, las matanzas, los conflictos, el narcotráfico su guerra y su legado que nos golpea hasta hoy. La narco cultura, la corrupción de las policías, todas esas cosas que penetraron muy al fondo de la ciudadanía y que todavía nos merma.
Nuestra débil democracia en construcción no significa que acabaron todas las circunstancias sociales que debilitan a un estado, sino que podemos contener la desesperanza que existía en todas esas derrotas sociales. Lo ganado con 65 millones de votos puede no significar nada al tiempo y no me malentiendan, claro que fue una paliza, pero ¿cómo podemos lograr que la memoria histórica no se pierda? Dice Monedero, que hay que cuidar esa fortaleza social porque cuando uno la tiene piensa que siempre fue así. Dice Martin Buber que en cada nuevo ser humano surge una vez más la humanidad entera, es una oportunidad de comenzar de nuevo con todo lo bello que implica, pero también con toda la responsabilidad que conlleva.
Nosotros, nuestros niños han tenido la oportunidad de vivir esta era, la de un líder social que consiguió tener credibilidad y congruencia de sus actos, lo que nos hizo creer en un liderazgo sin precedentes. Esos niños pasarán a sus generaciones futuras todo lo que sucedió, pero cada que se renueva la vida la realidad se diluye la historia queda más lejana y aunque tenemos muchas horas videograbadas de tantos comunicadores y de las redes sociales, hay que tener en cuenta que la sofisticación de la derecha puede surgir en el momento en que puedan reagruparse.
Las nuevas vidas que tendremos observarán esta historia como algo lejano porque ellos nacerán en un mundo donde las cosas son así, donde no se ha tenido que luchar por nada, porque todo se ha tenido. Los derechos, los apoyos, todo será un hecho dado, una realidad donde no es posible pensar en otras situaciones o circunstancias. No sabemos cuáles serán sus prioridades, van a tener la posibilidad de ingresar a una carrera en una de las muchas universidades del país, cartillas de derechos, libertad de expresión de género, igualdad. Esa charla me deja ver que alguien que lo ha tenido todo asume que no hace falta nada o no se puede exigir nada; como versa el dicho, lo que fácil llega, fácil se va. La educación de las nuevas generaciones no es asunto sólo de padres y madres, las sociedades enteras educan; necesitamos tomar esa responsabilidad social y saber que siempre tenemos que cuidar a nuestros niños porque son el valor más preciado que tendremos.
Fe de erratas:
En el párrafo cuarto dice: “lo ganado con 65 millones de votos puede no significar nada al tiempo y no me malentiendan, claro que fue una paliza, pero ¿cómo podemos lograr que la memoria histórica no se pierda?”. Debería decir: lo ganado con 35 millones de votos… Asumo la autoría del error.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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