Para nadie está más clara la derrota de Xóchitl Gálvez en las próximas elecciones que para los ex consejeros electorales. Conocer el desarrollo de encuestas, sus metodologías y la seriedad de las casas encuestadoras, aunado a eso el sentido común dicta que perderá, incluso quienes la siguen sabe que su voto a favor de la señora X servirá sólo para mostrar descontento, pero de ninguna manera esperan ganar.
Los ex presidentes consejeros Ugalde, Woldenberg, Córdova y consejeros como Arturo Sánchez, Mauricio Merino, Marco A. Baños, y otros de triste historia y peor recuerdo, están del mismo lado. Han apostado por el triunfo de la derecha ante la inminente derrota, ahí está el caso de Baños Martínez, quien incluso después de haberse dado a conocer los resultados a favor de Américo Villarreal en la gubernatura de Tamaulipas, intentó impugnar para darle la gubernatura a un esbirro de Francisco García Cabeza de Vaca, llamado Truko.
Los consejeros apuestan a ganar, amparados en sus conocimientos electorales, más que conocimientos experiencia burocrática dentro de las normas del INE, que no son las mismas que las leyes.
Los ex consejeros quieren el botín de la batalla pero son incapaces de hacer la guerra abiertamente, sueltan declaraciones temerarias para ver quién les cree, pero son incapaces de salir a la calle a protestar contra el gobierno, aunque para nadie es un secreto que quisieran derrocarlo.
Los ex trabajadores del IFE-INE conocen los huecos legales por donde el golpe de estado técnico puede colarse como humedad y desactivar la consecución de la permanencia de la 4T. Esa es su gran mérito y su única gracia en la actual política de derecha del país.
Los ex consejeros no se ensucian los zapatos, sólo asesoran, y lo hacen por mucho dinero, dinero que no van a dejar ir por una simple derrota electoral, lucharán hasta la muerte por recuperar su inversión y hacer que sea productivo su gasto. Ya han gastado mucho en varios intentos y en muchas personas que les prometen derrotar a la 4T y la victoria definitiva en las urnas, pero siguen tirando su dinero a la basura.
Al fin conservadores son manipulables y poco preparados para conocer dónde y cuándo deben ocupar su arsenal monetario, pero todo lo quieren de inmediato, y, al presionar a sus asesores, éstos segregan palabras sin pensar que descubren sus intenciones, como el hecho de que se adelanten a afirmar que la votación se anulará por las intervenciones del Presidente en el proceso electoral. Seguramente estas denuncias están ya elaboradas, sólo falta conocer los resultados y se actuará con la intención de descalificar la elección.
Pero serían muy ingenuos en descubrir el camino hacia su recuperación del poder, de tal manera que además de ese intento que será frustrado aún por las autoridades más parciales, por temor a una revuelta, hay otro donde está el Poder Judicial, los medios y los partidos de oposición. Y esto se llama golpe de estado técnico el que dice Guadalupe Taddei, que no existe, lo raro es cómo sabe ella que no es posible si ese golpe se haría con o sin su anuencia.
El IFE-INE ha estado en manos de la derecha según consta en su propia historia y el desarrollo de actividades posteriores y muchas veces, mientras debían ser imparciales era muy evidente su favoritismo por el conservadurismo.
A pesar de que se mantiene al margen de este golpe, con conocimiento de causa o sin él, Taddei no puede negar algo de manera tan contundente, a menos que quiera tomar por sorpresa al enemigo común.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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