La desaparición del obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, trató de ser usado para atacar a la Cuarta Transformación, sin embargo la pronta aparición del líder religioso y las circunstancias reportadas por las autoridades, se han vuelto contra la institución, que ahora acusa una persecución en su contra y la activación de bots para atentar contra la “autoridad moral” que aseguran tener.
Ramón Castro Castro, secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM, y obispo de Cuernavaca, acusó que el caso ha sido tomado como un instrumento para golpear a la iglesia católica; igualmente menciona, sin mostrar alguna prueba, que “ya sabes quien” comenzó a usar una “fábrica de bots”.
Castro Castro también manifestó que se está aprovechando este momento para “darle con todo” a la iglesia para que pierda su autoridad moral, y lamentó lo que el considera, una estrategia que lejos de buscar la verdad, quiere ponerle más leña al fuego.
Cabe mencionar que reportes de autoridades, mencionan que Rangel Mendoza fue hallado presuntamente bajo los influjos de sustancias ilegales, desnudo y con pastillas azules, presuntamente sildenafil; todo esto luego de haber sido grabado sacando dinero dos veces de cajeros automáticos y luego haber entrado de manera voluntaria con otro hombre a un hotel.
Tales declaraciones de la iglesia, solo le han generado duras criticas y burlas, ya que el escándalo caso primero se trató de usar contra la 4T, cuando en realidad el religioso parecía pasar una noche de juerga con su acompañante.
Otros se preguntan por la famosa “autoridad moral” que dice tener la iglesia y recuerdan que la misma intención encubrió y protegió cientos de casos de sacerdotes abusadores, por lo que solo podrían ser considerados como los “continuadores del legado de Marcial Maciel. Demonios pues”.
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