Después de que Trump acabara la guerra con una llamada telefónica a Putin, Europa y Ucrania se confirman como los grandes perdedores y no habrá propaganda que disfrace esto. Rusia se apropia del territorio invadido e impide que Ucrania entre a la OTAN, Estados Unidos “se cobra” el favor de financiar el armamento con 500 billones de dólares en tierras raras y otros recursos estratégicos de Ucrania; y Europa va a pagar la reconstrucción sumado a los miles de millones de euros que se invirtieron en guerra y que no llegaron a hospitales y escuelas europeas.
¿Pero por qué Trump arriesga el prestigio bélico de Estados Unidos y aceptar que no puede ganar una guerra proxy contra Rusia a pesar de tener el apoyo de sus esbirros de la OTAN?
Trump está pensando concentrar y usar sus recursos estratégicos porque presiente dos cosas, la primera; una inminente derrota económica y tecnológica ante China que llevará al desgaste máximo y ruptura de la democracia liberal como forma dominante de gobierno en Occidente, lo que ocasionará caos e inestabilidad en las principales potencias occidentales; y segundo, que es mejor controlar plenamente su zona geográfica de influencia en un mundo multipolar y no querer controlar todo el mundo con sus más de 800 bases militares distribuidas en los 5 continentes, además de que la creada de la divisa BRICS y un modelo alternativo al SWIFT es inminente.
La idea de Trump es lo que en estrategia militar se llama repliegue táctico, que significa un pequeño retroceso en sus intenciones imperialistas globales para organizarse y fortalecerse en una zona geográfica menor y, con el tiempo, intentar volverá a dominar y atacar al que desafíe su poder. No le interesa tener frentes abiertos en Ucrania, Siria, Gaza, Sudán o el Congo. Su base militar llamada Israel en Medio Oriente es todo lo que necesita para hacer presión geopolítica a sus socios petroleros de la región.
¿Cuál es el problema de el repliegue táctico de Estados Unidos? Que probablemente los soldados que no vayan a los lugares antes mencionados en Europa, Medio Oriente y África, puedan desplegarse en Groenlandia, Canadá, parte de Sudamérica y, específicamente, en México. A Trump y a Estados Unidos le conviene un gran despliegue militar en nuestro país porque cumpliría grandes objetivos estratégicos. El primero de ellos, mostrar que tiene suficiente poderío militar para acabar con el problema de los cárteles y la migración, y que su retirada de Ucrania fue una decisión táctica y no una derrota militar como tal. El segundo, enfocarse en asegurar el suministro de petróleo de Venezuela, lo que implica un posible derrocamiento de Maduro para, de una vez por todas, poner un gobierno títere.
El tercero, asegurarse el control total de Groenlandia y sus incontables recursos minerales estratégicos. Y finalmente, arrodillar a Canadá tal como lo hizo con Europa para asegurarse gobernabilidad y estabilidad de ambos lados de su frontera.
La soberanía mexicana será puesta a prueba, y esperemos salir lo mejor librados posibles.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios