Sé bien que todavía ardemos en deseos de compartir y comentar nuestra enorme consternación ante las monstruosidades que, apenas el domingo pasado, fue a exhibir al Zócalo de la Ciudad de México la oposición y sus huestes, hordas de compatriotas voluntariamente desinformados, ignorantes por decisión propia, fúricos y endiablados, sesgados por el encono. Con todo y que los sabíamos desde hace mucho desquiciados por sus fobias, prejuiciados hasta la ceguera y afanosamente desinformados, con todo, siguen sorprendiendo.
Yo sé que seguimos entre apesadumbrados e indignados ante el tsunami rosa de desconocimiento, mentiras, desvergüenza y mala leche. Yo sé que abundan los mexicanos y las mexicanas de buena voluntad que quisieran comprender qué tiene que suceder en los recovecos de las entendederas de una persona más o menos normal para negarse a ver la realidad. Sé que a mucha gente noble algo de paciencia le queda y aún cree que podría rescatar del embrujo ideológico a algunos de los que se tragaron el cuento de que el Plan B es un atentado contra la democracia. Bien, lo sé, pero me niego a seguir regodeándome en evidenciar las payasadas retorcidas que el domingo desplegó la reacción y la borregada que el señorito X ha conseguido amasar.
El caldo rosa de falsedades grotescas, insensatez extrema y descaro ya ha sido suficientemente balconeado; considero que no tiene mucho caso seguir en ello. Quien a estas alturas siga creyendo que aquello fue una manifestación apartidista en defensa de la democracia sencillamente es irredimible. Quede anotado, eso sí, que los conservas aunque ni de cerca son la mayoría sí siguen siendo un montón y se están agrupando ya sin el menor disimulo: el prianismo va a sumar todo lo que pueda, incluido el cada vez más destacado componente de compatriotas con psicopatías varias.
Por lo demás, la mañanera del jueves fue un recordatorio importante de que no deberíamos descuidar la celebración. ¿Se acuerdan de aquello de “sonríe, vamos a ganar”? Pues vamos ganando, y no sólo: en la ruta de la 4T, el país va muy bien.
Ayer el presidente López Obrador presentó una serie de datos duros sobre la situación socioeconómica en la que hoy por hoy se encuentra México, y la verdad prefiero atender las buenas noticias que seguir en la fascinación morbosa que, efectivamente, provoca la reacción y sus desfiguros colectivos. Van algunas…
- A febrero de 2023, los puestos de trabajo registrados en el IMSS ascienden a 23.66 millones. Es decir, más de 1.2 millones por arriba de los que se tenían al inicio del sexenio. Además, el rebote después de la ligera caída de diciembre es definitivo y seguramente en marzo volveremos a alcanzar récord histórico.
- El salario promedio mensual de los trabajadores registrados en el IMSS es de $15,913.00 pesos. En enero de 2018, era de $10,582.56 pesos.
- ¿Cuál ha sido la variación del tipo de cambio respecto al dólar estadounidense por peso mexicano, durante el período que va del 30 de noviembre de 2018 al 28 de febrero de 2023? ¿Se dio la devaluación que pronosticaba la derecha y sus opinócratas y expertos? No, al revés: el peso se ha apreciado 10.1%
- ¿Y cómo se compara el resultado anterior respecto a las administraciones anteriores, tecnócratas y neoliberales? Bueno, al término del sexenio de Miguel de la Madrid el peso reportó una devaluación de 2,014%, el gobierno de Salinas significó una devaluación de 35.6%; el de Zedillo, de 190.2%; los de Fox y Calderón, del 17.8% y 10.2%, respectivamente, y el de Peña del 55.1 por ciento.
- En 2022, las familias mexicanas recibieron de los trabajadores internacionales 58.5 mil millones de dólares de remesas.
- La inversión extranjera directa al cuarto trimestre de 2022 fue 11.6% mayor a la del mismo período del año anterior.
- Para sorpresa de todas las previsiones de expertos nacionales e internacionales, el PIB de México en 2022 creció 3.1 por ciento.
- El crecimiento del PIB de México en 2022 (3.1%) fue mayor que el de países como Italia (0.4%), Japón (1%), Alemania (1.9%), Estados Unidos (2.1%), Corea del Sur (2.6%), Francia (2.6%) y China (3%).
- Inflación en enero de 2023, variación porcentual con respecto al mismo mes del año anterior: 7.91% “A la baja, pero lento”.
- Con todo, la inflación en nuestro país es menos pronunciada que en países como Colombia (13.3%), Chile (12.3%), Reino Unido (10.1%) y Alemania (8.7%).
- El presidente anunció que México, Brasil, Argentina y otras naciones de América Latina se están organizando para llevar a cabo acciones conjuntas para enfrentar la inflación, un fenómeno internacional.
- A enero de 2023, el aumento del poder adquisitivo del salario mínimo, con respecto a 2018 es de 90 por ciento.
- Al inicio del primer sexenio de la 4T, un salario mínimo alcanzaba para comprar 6.5 kilos de tortilla; actualmente, para 10 kilos.
- La Bolsa Mexicana de Valores, en lo que va del gobierno de AMLO, ha reportado ganancias por 26 por ciento.
- Las reservas internacionales del Banco de México han aumentado 15.1% respecto al inicio del sexenio.
- Evolución del precio real de las gasolinas magna y premium: con Calderón aumentó 22.9% y 5.7%; con Peña, 42.8% y 46%…, y en lo que va del gobierno de López Obrador ha disminuido 7.7% y 5.6 por ciento.
- Evolución del precio real del Diesel: con Calderón aumentó 49.9%; con Peña, 48.6%…, y en lo que va del gobierno de AMLO ha bajado 7.5 por ciento.
- Evolución del precio real del gas LP (cilindro): en el sexenio de Calderón disminuyó 1.5%, con Peña aumentó 28.9%…, y en lo que va de esta administración ha disminuido 13.3 por ciento
Entonces qué…, ¿a poco no sobran razones para sonreír? Ni los azules disfrazados de rosa tendrían que andar morados de coraje.
- @gcastroibarra
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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