En una madrugada marcada por la determinación y el compromiso con el pueblo de México, la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta votación histórica, llevada a cabo el 3 de septiembre en una sede alterna debido a los bloqueos de trabajadores judiciales, resultó en 359 votos a favor y 135 en contra, consolidando el respaldo mayoritario a una iniciativa que busca devolver al pueblo el control sobre la justicia en el país.
La aprobación de esta reforma representa un paso significativo en el proyecto de la Cuarta Transformación, cuyo objetivo principal es eliminar la corrupción y fortalecer la transparencia en el sistema judicial mexicano. Entre los cambios más destacados se encuentra la elección popular de jueces y ministros, una medida que busca acercar el Poder Judicial a los ciudadanos y garantizar que las decisiones judiciales reflejen el interés colectivo.
Durante la sesión, que duró más de 12 horas, la 4T defendió la reforma como una herramienta clave para devolver al pueblo el poder que históricamente le ha sido arrebatado. Con la reforma, se pretende que el proceso de selección de jueces y ministros sea más democrático y transparente, eliminando los privilegios y reduciendo la influencia de grupos de poder dentro del sistema judicial.
El presidente López Obrador ha señalado que esta reforma es esencial para avanzar en la Cuarta Transformación, evidenciando que el actual sistema judicial ha sido cómplice de la corrupción y ha obstaculizado reformas clave en sectores estratégicos. Además, el mandatario ha rechazado las críticas internacionales, afirmando que se trata de un esfuerzo soberano para mejorar la justicia en México y no una amenaza para la estabilidad económica o comercial del país.
Reformas Clave al Poder Judicial
El dictamen aprobado incluye una serie de modificaciones profundas al proceso de nombramiento y selección de ministros, magistrados y jueces en todos los niveles del país. Entre los cambios más relevantes se encuentra la reducción del número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de 11 a 9, la limitación de su periodo en el cargo a 12 años, y la eliminación de su derecho a haber por retiro.
Asimismo, la reforma establece que las sesiones de la SCJN serán públicas y que la presidencia del tribunal se renovará cada dos años mediante votación. La administración del Poder Judicial será gestionada por un órgano especializado, y la disciplina recaerá en un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, que será responsable de sancionar cualquier acto de corrupción o negligencia dentro del sistema.
Una de las innovaciones más notables es el proceso de elección popular de jueces y magistrados, que será coordinado por el Instituto Nacional Electoral (INE). Esta medida busca garantizar que los funcionarios judiciales sean verdaderos representantes del pueblo y no de intereses particulares.
Reacciones y Próximos Pasos
Aunque la reforma ya ha sido aprobada en la Cámara de Diputados, aún deberá ser discutida y votada en el Senado. El gobierno de López Obrador confía en que la reforma también obtendrá el apoyo necesario en la cámara alta, a pesar de la oposición y las críticas tanto a nivel nacional como internacional.
Los próximos días serán cruciales para el futuro de esta reforma, que promete transformar radicalmente el sistema judicial mexicano y devolver al pueblo el control sobre la justicia en el país. El Senado tendrá la última palabra, y la expectativa crece en torno a cómo se desarrollará el debate y si la Cuarta Transformación logrará su objetivo de fortalecer la democracia y combatir la corrupción en México.
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