No es casualidad que cuando comienza a consolidarse la 4T, vemos a las facciones que siempre han estado contra el pueblo atacar orquestadamente los proyectos, obras, estrategias y toda acción que realice la federación.
Ya sea medios informativos, o la iglesia católica, los partidos de oposición, los empresarios resentidos, o políticos desbancados y otros artífices del fascismo en México, quienes sin argumentos válidos o incluso con falacias rebatibles, cantan al unísono sus burdos engaños. Intentando permear en la sociedad como anteriormente ocurría.
Desde los sótanos de instituciones conservadoras, fascistas y nazis se cuajan de manera visceral planes perversos.
¿Acaso es casualidad que la violencia resurja ahora que la 4T muestra al pueblo y al mundo la inteligencia, la resistencia y la astucia nacional e internacional de su líder y el apoyo del pueblo hacia éste?
¿Es casualidad que el acoso al hijo menor del presidente, la sincronía de los medios al atacar la inauguración de la refinería Olmeca en Dos Bocas, los comunicados de la comunidad judía, las palabras de ciertos clérigos se efectúan cuando se consolida el cambio?
La oposición pierde rotundamente en las elecciones; el territorio nacional se pinta de guinda; se concluyeron dos magnas obras en tiempo récord: AIFA y Dos Bocas.
El presidente vuelve a quedar en segundo lugar de aprobación, según la empresa internacional Morning Consult. AMLO se posiciona en América como paladín de libertades y democracia.
Tales logros son la consecución de la firmeza de principios, del trabajo constante, de la entrega y valentía de un presidente que pasará a la historia como uno de los hombres más grandes de México.
La Cuarta Transformación, nada ni nadie la detiene. Podrán los conservadores poner mil obstáculos, podrán derramar en los medios las mentiras que deseen.
Pero no podrán parar el despertar del pueblo ni la metamorfosis política del Estado mexicano. Porque AMLO no está solo; ¡lo respalda su pueblo!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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