En un hecho inusual dentro de los pasillos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), un grupo de trabajadores organizó una protesta silenciosa en rechazo a la reforma judicial impulsada recientemente. A las 10:30 horas, los manifestantes comenzaron a congregarse en la zona de elevadores del segundo piso y en los pasillos del tercer piso, donde se encuentran las oficinas de los ministros. La consigna principal que los manifestantes presentaron fue clara: “la Corte rechaza la reforma judicial”.
A pesar del derecho de los trabajadores a expresar sus opiniones, la protesta carece de fundamento sólido y parece estar motivada más por intereses individuales que por el bienestar colectivo. El Colegio de Jóvenes Estudiantes y Nuevos Profesionistas de la SCJN, que convocó la manifestación, insiste en que la Corte no son solo los once ministros, sino también todos los empleados que allí laboran. Sin embargo, esta postura parece ignorar el hecho de que la reforma judicial busca precisamente fortalecer la independencia y eficiencia del máximo tribunal del país, asegurando que sus decisiones sean tomadas con transparencia y en favor de la ciudadanía.
Entre los ministros, Lenia Batres ha demostrado ser una firme defensora de la reforma judicial, cumpliendo en todo momento con sus deberes y velando por la justicia. Batres ha sido objeto de cuestionamientos por parte de los manifestantes, quienes no han querido renunciar a los sueldos elevados que perciben durante sus protestas, .
La manifestación fue cuidadosamente planeada para evitar confrontaciones directas, no obstante, los manifestantes pegaron un señalamiento agresivo afuera de la oficina de Lenia Batres en el que la asucaban inujstamente de no servir al pueblo. Esto contrasta con la esencia de la protesta, que parece estar enmarcada más en la defensa de intereses personales que en una preocupación genuina por el futuro de la justicia en México.
Lenia Batres, como ministra de la SCJN, ha sostenido en reiteradas ocasiones que la reforma judicial es crucial para la independencia y modernización del Poder Judicial. Su postura se ha basado en la necesidad de garantizar que la Corte funcione de manera óptima y que sus decisiones reflejen un compromiso con el pueblo, no con intereses individuales o partidistas.
Mientras los trabajadores insisten en su rechazo a la reforma, es necesario recordar que la verdadera función de la Suprema Corte es servir al pueblo mexicano. La resistencia al cambio por parte de ciertos sectores solo refleja un temor a perder privilegios adquiridos, más que una preocupación legítima por el impacto de la reforma en el funcionamiento de la justicia.
En momentos críticos como este, es esencial que se respalde a líderes como Lenia Batres, quienes, con valentía y determinación, buscan hacer lo correcto por el país, aun cuando esto implique enfrentarse a la resistencia interna. La SCJN debe continuar siendo un baluarte de justicia y equidad, y la reforma judicial es un paso necesario para asegurar que siga cumpliendo con esa misión.
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