Hace unos días, nuestro compañero Amir Ibrahim presentó datos y pruebas importantes en la mañanera sobre su reportaje llamado “El cartel del gol” donde se muestra de manera contundente la corrupción que impera en el fútbol mexicano. Secretos a voces, verdades que todo el mundo intuía salieron a relucir de manera pública y con gran sustento. De esto hablaremos en el presente escrito.
Siente tu liga
El fútbol como deporte profesional ha sido mercantilizado desde hace muchas décadas, perdió gran parte de su esencia, cuando surgía en los barrios de Inglaterra y en las demás zonas marginadas del mundo. Así, la práctica deportiva más popular del planeta es una mercancía y responde principalmente a los intereses del dinero, de los más ricos que lo controlan y lo usan en su beneficio.
Teniendo esto claro y, por supuesto, entendiendo que la corrupción no responde, necesariamente, a algo moral sino que tiene sus bases fundamentalmente en las dinámicas del sistema económico imperante, podemos asegurar que el que existan prácticas corruptas en el mundo de la pelota es de lo más normal.
Pero el que sea normal o muy probable no significa que no deba exponerse y sancionarse, recordando que esas prácticas son un delito grave en nuestro país y que la actual transformación en beneficio de la mayoría de la población tiene como una de sus banderas principales el combate a la corrupción.
Así, entre las prácticas de corrupción en el fútbol mexicano que fueron expuestas mencionaremos los datos más relevantes. Primero hablaremos de la red de promotores, técnicos y directores de los equipos que a través de fichajes de jugadores sudamericanos llevan a cabo operaciones millonarias. Dicho grupo estaría liderado por el promotor Greg Taylor, director de la empresa de representación de futbolistas ProManage y dueño de los Gallos Blancos del Querétaro, así como otros agentes, entre ellos Gustavo Lescovich, Uriel Pérez y Fernando Pavón. De parte de los técnicos se menciona a Gustavo Matosas, Miguel “Piojo” Herrera, José Manuel “Chepo” de la Torre, Héctor Hugo Eugui y Juan Francisco Palencia.
Estamos hablando de que esos agentes compran barato a los jugadores y los venden a un sobre precio a los clubes de hasta el 500% de incremento y a los técnicos se les da una comisión por aceptarlo. Además, aquí entran los contratos dobles que se hacen en la clandestinidad para evadir impuestos también (para este punto se mostró un audio de una llamada entre el expresidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Decio De María y el Presidente y dueño del club Pachuca, Jesús Martínez). En el reportaje se mencionan los casos de los futbolistas Rafael Sobis (Tigres), Rogelio Funes Morí (Monterrey) y de Jonathan Cristaldo (Cruz Azul).
Estas prácticas fomentan la discriminación hacia los jugadores mexicanos que al no ser negocio ven limitadas sus oportunidades, se ha llegado al límite de tener solo extranjeros en los equipos y de poder alinear en un partido hasta 10 elementos foráneos al mismo tiempo. Existe otra limitante para el jugador nacional, y es que la corrupción llega a tal punto que se le pide dinero para poderlo debutar o jugar tanto tiempo en un juego oficial, sí, estamos hablando de extorsión.
Y en cuanto a evasión de impuestos en general de los equipos se expuso que durante los sexenios de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto se les condonó 2 mil 620 millones de pesos a 12 clubes. Entre los que destacan Cruza Azul, Toluca, Atlante, Pumas, Atlas, Pachuca, Veracruz y Monterrey, este último el más beneficiado con tan solo mil 84 millones 362 mil pesos.
Por último, también se habló del dinero público que es ingresado al mundo de la pelota mexicana con fines de corrupción. Por ejemplo, la administración del exgobernador de Tamaulipas, Javier Cabeza de Vaca, habría destinado 58 millones de pesos anuales de las arcas públicas al equipo local de la Jaiba Brava, a través de la empresa TM Futbol Club. Esa práctica habría sido replicada en Hidalgo, donde el Gobierno habría destinado 2 mil millones de pesos a financiar al Pachuca, en el acto estarían involucrados el exprocurador encarcelado Jesús Murillo Karam, el exsecretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong y el exgobernador de la entidad Manuel Ángel Núñez Soto (1999-2005).
Así también, existe otro reportaje (publicado en el medio Elefante Blanco) que menciona un caso similar donde el Grupo Orlegi de Alejandro Irarragori recibía 58 millones de pesos anuales del gobierno de Tamaulipas que salían de muchas secretarías para el club Tampico Madero. Evidentemente, este dinero no era reportado, además de ser recurso público que debía ser usado para otras cosas más importantes.
Y a todo esto le podemos agregar precisamente la situación de desigualdad laboral que se vive de la liga varonil en comparación con la liga femenil del fútbol mexicano. Se han argumentado tantas cosas que cada vez se van quedando sin solidez. Y es que el fútbol de mujeres ha crecido bastante que incluso en el rubro económico de mercado merecen tener el mismo salario y hasta más. La paridad laboral debe realizarse y hasta está fundamentada en la Constitución Política de nuestro país.
Fútbol popular
La liga MX ya respondió al reportaje con el anuncio de algunas medidas que ya vienen trabajando en coordinación con el Gobierno Federal. Hay que mencionar que la 4T ha paliado algunos aspectos de la corrupción en el fútbol como la evasión de impuestos, misma que ya no ocurre. Además de que está impulsando el desarrollo de las juventudes en los deportes y demás áreas.
Se deben de tomar otras medidas más duras para que el fútbol mexicano cambie estas prácticas que pueden conducir a la corrupción y a privar lo económico sobre lo deportivo. Esperemos que las autoridades correspondientes puedan conducirlo de buena manera. Si no, siempre estaremos atentos para alzar la voz sobre lo que creemos justo y aportar para construirlo. Otro fútbol es posible, hagámoslo.
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