El ahora decadente Grupo Atlacomulco, en el Estado de México, cuna del Partido Revolucionario Institucional, también en debacle, no tuvo algún escrúpulo para saquear esta entidad durante 70 años. El caso del presunto Parque Ecoturístico Cerro del Elefante, en Tlapacoya, Ixtapaluca, Estado de México, donde alguna vez hubo propiedad ejidal, fue de las últimas tretas de los atlacomulcas para hacer negocios a costa del erario público y de zonas que también tuvieron carácter de áreas naturales. En el cerro, ahora solo queda la escultura La Paz de Ixtapaluca, que, de acuerdo con algunos testimonios, pareciera vigilar la montaña.
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