EL TREN DE MIS SUEÑOS

Ya dejamos de ser invisibles; el mundo entero nos voltea a ver; todo, gracias a un hombre que por su entereza, el sureste mexicano volvió a tener vida.

No había oportunidades para nosotros; mis abuelos y mi padre, al igual que sus antepasados, tuvieron que salir desesperanzados del pueblo, rumbo a los EEUU, en busca de una mejor vida para los que aquí se quedaban.

Las familias se rompían, porque a veces, quien se iba, ya no regresaba.

Recuerdo cuando mi padre partió, se me hizo un hueco en el estómago que me dolía cada que llegaba una carta. Aquel día prometí no apartarme de mi familia, nunca.
Una promesa que tuve que romper porque cuando crecí, en el pueblo tampoco había trabajo, ni tierra para cultivar, ni animales para arrear; nos prohibieron los pozos de agua, nos quitaron la luz, nos robaron las tierras, nos arrebataron las ilusiones y el futuro de nuestros hijos.
El sureste no tenía oportunidades, ninguna! Y partí al Norte.

Hasta que un día, ese hombre gigante nos dijo que llegaría la prosperidad al sureste, con un tren; uno muy veloz y moderno; que esa máquina traería trabajo para todos. Tantas mentiras nos habían contado los otros presidentes, que este sueño se veía lejano.

Pero, cuando un político vive para el pueblo y tiene palabra, como nuestro presidente Andrés Manuel, cumple lo que promete. Más pronto de lo que esperábamos, comenzaron a llegar grandes maquinarias que muchos nunca habían visto.

No fue fácil para el presidente AMLO comenzar la construcción del Tren Maya; altas olas hicieron sus enemigos para descarrilar el proyecto, pero el presidente es férreo y perseverante.

Nada lo dobla! Así fue como comenzó su andar haciendo las brechas del tren, contra amparos, demandas y periodicazos. Pero nuestro AMLO, fue como la montaña que es golpeada por el oleaje del mar: indoblegable!

Fue el tren el que me hizo regresar. Fui de los miles de mexicanos que contrataron para construir las vías donde correría el “jaguar de acero”.

Comenzaron a brotar puestos de comida, de huaraches, de botas y hasta sombreros para trabajar bajo los fuertes rayos del sol.
Movimiento de gente en las calles acrecentó en nuestros pueblos el bullicio y la algarabía.

Los invisibles, comenzamos a existir, convirtiéndose el sureste en el corazón de la República. Durante 4 años, fuimos primera plana en los diarios, el tren y nosotros los habitantes de esa hermosa y exuberante región.

El tren aun no ha sido concluido, faltan muchos detalles y para los pobladores, esto, apenas comienza.

Ya no tendremos que salir corriendo al Norte, ya no padecerán hambre nuestros hijos, ya no careceremos de hospitales, porque no solo se hicieron las vías; con el tren llegaron todos los servicios que los otros presidentes nos negaron.

AMLO nos volteó a ver, para él no somos estadísticas, somos humanos, somos trabajadores, somos gente que vive, baila, canta, disfruta y ama.

Ya podré cumplir la promesa de no dejar a la familia.

El agradecimiento que todos los pueblos del sureste tenemos al presidente es infinito!

El TREN MAYA trajo al sureste la vida que los otros presidentes le habían arrebatado.

SOLO ME RESTA DECIR:
GRACIAS AMLO!

Un habitante del sureste mexicano.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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