Formamos parte de un proyecto que no tiene fronteras, que crece de latitud a latitud y, con ello, nos lleva como la corriente de un río que crece con las lluvias, o como el mar que lleva de puerto en puerto a un barco.
Ahora nos tocó conocer a compañeros de Chiapas, que como el verde de sus paisajes, demostró que la organización de nuestro movimiento se fortalece y tapiza a todo ese bello estado.
Anita, como muchos otros jóvenes de Chiapas, trabaja para sacar adelante a su nena de 2 años. A su corta edad, evidenciada por sus facciones, tiene claridad del futuro que desea heredarle a su hija.
Al escuchar de propia voz de Anita preguntarme con un evidente entusiasmo que ¿cómo le habíamos hecho para que puros jóvenes estuvieran coordinando una actividad del partido del “viejito”? Y añadiendo que ella también estaba interesada en participar; entendí que nuestro trabajo había tenido resultados.
En primera, reflexioné que gradualmente la presencia de las y los jóvenes iba tomando más relevancia y con mucho mayor notoriedad, pero no solamente eso, sino que las juventudes comienzan a tener presencia al frente de proyectos importantes, contagiando el liderazgo a otros.
Adicional a ello, el relevo generacional existe. Hombres y mujeres jóvenes de Oaxaca y Chiapas demostramos que, en unidad, nada nos detiene y que tenemos la capacidad de asumir grandes responsabilidades.
Jóvenes como Belinda, Tito y muchos más, le han regalado su juventud a nuestro movimiento. Todos ellos representan el sentir de las juventudes que nacimos y crecimos con el objetivo de transformar el país.
Como Anita, muchas otras personas han notado nuestra labor, y con ello, la esencia de la juventud que, en algún momento de la historia, fue censurada, perseguida, violentada y hasta asesinada.
Por consecuencia, hoy es importante abrazar nuestros logros, sentirnos orgullosos de ellos y mantenernos en constante evolución, porque ¡para atrás, ni para agarrar vuelo!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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