Aunque mis recuerdos son borrosos por la edad que en aquel entonces tenía, no puedo olvidar el día en que por primera vez vi una manifestación; yo iba caminando con mi familia; cuando comencé a ver personas sosteniendo carteles, a carros detenidos que formaban parte de la manifestación, y claro, el ruido de los megáfonos…
Entonces yo, siendo una niña de primaria, le pregunté a mi papá que qué era lo que ocurría, él me contestó que era por los gasolinazos, le entendí que no era nada bueno para las familias, nada bueno para nuestro país. También recuerdo escucharlo hablar sobre que debemos consumir local y evitar comprar en empresas extranjeras. Sí, era el sexenio de Peña Nieto, el sexenio en el que los precios de la gasolina incrementaron alrededor de un 80%. Especialmente después de la “liberación del mercado”. Tan solo el Diésel pasó de 11.01 DIC-12 a 19.98 AGO-18. Ni hablar de la reforma eléctrica de 2013 (con una supuesta “agenda verde”) implementada en 2014 y que entregó nuestra soberanía a manos de la globalización.
Quizá en ese entonces no sabía exactamente qué significaba un gasolinazo, pero tenía la palabra bien grabada en mi mente. Al preguntarle a mi papá que, si se acordaba de aquella ocasión, su respuesta fue inmediata. “sí, las cosas se pusieron feas. ¿No te acuerdas?”, me contestó. Y comenzó a platicarme de los asaltos a los negocios, comerciales y casas; muchas de las calles estaban vacías. La violencia se desató como respuesta al despertar del pueblo reflejado en las protestas y manifestaciones.
Detrás de todo eso, se encontraba el entreguismo y los contratos por encima de todo, se encontraba el nombre de empresas como Odebrecht; se encontraban las importaciones (eran más del 60% de las gasolinas que consumía nuestro país), se encontraba el huachicol, nivel récord de tomas clandestinas con Peña Nieto de 12,581, según datos de Pemex.
Los gasolinazos que se vivían eran insostenibles para los mexicanos, aun así, lograron terminar con muchas manifestaciones, aunque no en su totalidad. La gente sabía que el país necesitaba nuevas refinerías y darle mantenimiento a las existentes, trabajo que la 4T hizo con la nueva refinería Olmeca, la compra de Deer Park y el mantenimiento a las 6 refinerías. Además, no ha habido gasolinazos, es decir, subidas del precio del gas por encima de la inflación. Al contrario, ante una crisis económica internacional, México ha tenido un crecimiento de 4.7%.
Por eso al momento en el que preguntan si este gobierno es diferente ¡claro que es diferente! Es la Cuarta Transformación de nuestro país, y los jóvenes estamos conscientes de ello porque recordamos, porque investigamos, porque vimos y sentimos la preocupación de nuestros padres por la subida de precios, por la inseguridad y porque, hay que decirlo (aunque nos llamen ninis, comprados etc.), ningún otro gobierno nos ha apoyado tanto como el de López Obrador a seguir estudiando, a poder ayudar a nuestros padres con gastos, a educarnos financieramente de la manera más libre, a sentir que tenemos un apoyo y seguir adelante con confianza.
36 años de neoliberalismo, de corrupción y de manipulación no se olvidan; no se borran de los recuerdos de un pueblo, manifestaciones, injusticias, ni un saqueo a la nación… se quedan marcados en nuestra conciencia; por eso, EL PUEBLO NO OLVIDA.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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