No es secreto para nadie que el PRI se encuentra en los peores momentos de su historia, a los cual habría que sumar que según datos públicos del Instituto Nacional Electoral (INE), el tricolor acumuila una deuda de al menos 189 millones 500 mil pesos por una serie de préstamos bancarios que solicitó desde el año 2019.
Hasta el corte del 31 de diciembre del 2023, el órgano electoral tiene reportes de una deuda, misma que fue contraída por el partido de Alito Moreno una vez perdida la presidencia de 2018 ante Andrés Manuel López Obrador.
El mencionado adeudo representa un equivalente al 15.77 por ciento del financiamiento público del tricolor para el año de 2024, que fue de 201 millones 628 mil 530 pesos.
Su fuerte fracaso del pasado 2 de junio sería el comienzo de la bancarrota del tricolor, ya que también mantienen hipotecado su edificio de La Fragua en la colonia Tabacalera, alcaldía Cuauhtémoc.
A esto se debe sumar que debido al número de votos obtenidos en las pasadas elecciones, el PRI tendrá un recorte presupuestal y el cual podría ser recortado aún más una vez aprobada la Reforma Electoral durante el sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo.
El próximo año, donde ejercerá 300 millones de pesos de financiamiento público por su descalabro en las elecciones del pasado proceso electoral.
Cabe mencionar que algunos partidos recurren a la deuda para financiar gastos de campaña, para luego parafar los mismos con las dietas que el INE le entrega del dinero público.
El reporte del INE reporta que en lo correspondiente al año 2019, el monto de la deuda por créditos bancarios ascendía a 286 millones 37 mil 578 pesos y actualmente se mantiene en 189 millones 500 mil pesos en 2023.
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