“Las campañas son como un torneo. Tú sales a jugar y atacar” Esto dice Antonio Sola, ideólogo y estratega de la Ultraderecha, español de nacimiento y nacionalizado mexicano hace un rato, y quién es uno de los principales impulsores de una forma de hacer propaganda política desde lo visceral. Pues señala que el electorado reacciona desde la emoción, desde lo más básico, no desde el razonamiento.
A dicho personaje se le debe la campaña de “AMLO es un peligro para México” acuñada durante el período electoral del expresidente Calderón, quién nacionalizó a Sola; pues de acuerdo a nuestra constitución: un extranjero no debe intervenir en nuestros asuntos políticos. Y el susodicho se encargó de la campaña política del panista.
Sola, quién ha participado en 450 campañas en el mundo. Y que presume de acuerdo a su currículum de haber contribuido en campañas presidenciales de alrededor de 150 candidatos que han llegado a la presidencia; con lo que concluimos, que sabe de que habla. Actualmente Antonio participa y asesora a los emisarios del odio, de la oposición de nuestro país. Se posiciona desde el cuadrilátero de la Derecha, asestando golpes, mientras más traicioneros y bajos, ¡mejor! dice. Eso es lo que convence: las fake news, que enganchan como anillo al dedo con la parte más irracional del ser humano con el área menos evolucionada del cerebro, la que se encargó de nuestra sobrevivencia; hace miles de años y que ahora amenaza con destruirnos: la que no analiza a profundidad. La parte que se deja llevar por el impulso. Esa que piensa en la inmediatez. Esa que se detona cuando nos sentimos en peligro. El área del cerebro a la que es necesario enseñarle que la Inteligencia Emocional es el único recurso que nos queda para no destruirnos como humanidad.
Antonio Sola es solo uno más de los rostros de esa lucha encarnizada por el poder: de los que tienen ya muchísimo, pero quieren más, mucho más, de los que enarbolan la Ambición como Bandera para conquistar el sentimiento más visceral, el odio más profundo a través de la estrategia política. Ese odio contra todo lo que insinúe siquiera la posibilidad de detenernos y ser solidarios en serio, con los que menos tienen, y que es la población mayoritaria en el planeta. Y no a través del asistencialismo si no de la justicia social.
El odio vende, tiene un muy interesante margen de ganancia. Lo sabe muy bien el mencionado estratega de las campañas de la ultraderecha en el mundo. Quien maneja una agenda muy apretada, pues va de país en país. Ahí donde se requiera defender el libre mercado y el Capitalismo Salvaje, la competencia sin cuartel y a los dueños del dinero.
El odio es el combustible para quemar la imagen del opositor y hacerlo arder, hasta cenizas. No importa le explica Antonio Sola a Sabina Berman como invitado en su programa: “Largo Aliento” del Canal 11. Si lo que se dice en los mensajes políticos es cierto o no…Eso es lo de menos…El asunto es acabar con el “enemigo” . La mayoría de los ciudadanos. No investiga, se va con la finta. Y ahora con las redes sociales las mentiras, las llamadas Fake news, se multiplican, vuelan como el peor de los virus, por todas esas venas de comunicación, que laten en cada uno de los celulares de cada habitante del planeta. FB, Tik tok, Instagram, Whatsapp, Telegram, Twitter, Yootube y los que falten por descubrir, además de los medios tradicionales, como Radiodifusoras, Televisión que están plagados de información falsa.
La misma que no sale por casualidad, o por el ordenador solitario de un ciudadano. Si no de una industria, que está trabajando en tantas trincheras, que ni imaginamos. Desde la consultoría que identifica las debilidades del adversario. Como se hacen los comerciales, para cualquier producto, así se trabaja cada vez con mayor sofisticación para posicionar un personaje de la política como un producto. La estrategia política dirigida desde el referente del odio, busca descalificar, a través de la utilización de arquetipos, convertir en una caricatura al adversario. El miedo nos hace menos civilizados y cosifica al adversario.
Los expertos estrategas en campañas políticas como Antonio Sola, quién estudio periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, se han globalizado. Así que pueden estar en Salvador, como en Argentina o en África, ahí donde la Derecha o la ultraderecha los necesite. Son los Mercenarios de la Política. No importa cómo, ni que suciedad utilizar como él mismo dice, durante esa entrevista concedida a Sabina Berman: lo que importa es ganar, señala, sin perder, ni por un momento la sonrisa de su rostro…
Y uno se queda pensando en lo escuchado alguna vez, sobre hacer de la política un arte, y en Ghandi el líder político que a través del ayuno, la oración y una actitud pacífica: logró vencer el colonialismo del imperio inglés. Qué lejos parece esta forma de detener las injusticias y de hacer política.
A cada momento una mentira repetida hasta la saciedad. Y lo más triste es que mucha gente lo cree porque lo dijeron en la tele…en la estación de radio del carro, en el grupo de whatsapp del grupo de la familia, o de vecinos, o del trabajo. Ojalá antes de compartir una información nos diéramos a la tarea de verificarla en varias fuentes, en medios serios, contrastar hechos, no dichos. Evitar a toda costa las discusiones acaloradas donde prevalece el odio por pensar diferente.
Así como aprender a Argumentar sin Insultar.
Ahora es tan fácil editar desde una portada, un discurso, un rostro y todavía existe mucha inocencia en la mayoría de la gente. Muchos medios de comunicación. Exageran cualquier tema. Y como ya lo mencionó el estratega que exacerba las campañas del odio Antonio Sola. No importa que sean mentiras…si no que la gente lo crea.
El Colegio de México y su grupo interdisciplinario que analiza las campañas políticas, concluye que: “mientras los políticos se centren en discursos de odio, dejan de lado las discusiones importantes para la sociedad y llega un punto en que el rechazo a ciertos partidos cae en seguirle el juego a cadenas de desinformación”
De acuerdo a varios grupos de Derechos Humanos que trabajan en el mundo; como por ejemplo: el Consejo de Europa y el Colmex en nuestro país. Coinciden en que para hacer una mejor política, así como acercarnos a una mejor democracia es indispensable la contención del discurso del miedo y del odio.
“El discurso del odio que es el que cubre todas las formas de expresión, que difunden, incitan, promueven o justifican el odio racial, la xenofobia, el antisemitismo, y otras formas de odio basadas en la intolerancia, incluyendo: la intolerancia expresada por un nacionalismo agresivo y etnocentrismo, la discriminación y la hostilidad en contra de las minorías, migrantes y personas de origen migrante. Así como expresiones destinadas a intimidar, oprimir o incitar al odio o la violencia contra una persona o grupo: por su raza, religión, nacionalidad, género, orientación sexual, discapacidad u otra característica grupal o individual. El odio hace que se insulte y humille a otras personas. El odio hace que las personas piensen que está bien usar la violencia”
La idea es reducir los niveles de aceptación del discurso del odio en línea. Así como movilizar, entrenar e interconectar en línea a activistas en pro de los derechos humanos y desarrollar respuestas para respuestas constructivas.
Y llegar, tal vez un día no tan lejano a extinguir a personajes que hacen de la política un lodazal.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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