“No todos los que creen en libertades económicas son liberales”
Según los cuentos de nuestros antepasados, el diablo tiene una cola de forma animal que en la punta tiene una llama que arde por la eternidad y que todo lo que toca incendia; precisamente así es el liberalismo, que a pesar del tiempo sigue incendiando naciones enteras; hablar de liberalismo es hablar del enemigo por excelencia del marxismo, no se puede concebir liberalismo sin marxismo y viceversa.
El liberalismo es una corriente política y económica que tiene como su eje fundamental la libertad, siendo su valor principal, incluso por encima de la igualdad. El liberalismo como tal no impone valores en la esfera privada de las personas, como pasa en el sistema de pensamiento conservador.
Los dos grandes exponentes del liberalismo político y social son Jonh Locke con su obra maestra ’Tratado sobre gobierno civil’ y Jean-Jacques Rousseau y su obra ’Contrato Social’, estructurando ambos la raíz filosófica y política del liberalismo sobre que todos los hombres nacen iguales y tienen un derecho natural, que es la libertad.
El liberalismo económico es una vertiente del pensamiento liberal, pero importante destacar que no todos los que promulgan el liberalismo económico, concuerdan con el liberalismo político.
El padre de liberalismo económico Adam Smith menciona en la “Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones” que la Economía es como un organismo vivo y que la naturaleza misma se equilibra, si se deja fluir sin intervenciones, con la famosa frase “Dejar hacer, dejar pasar”, que hace referencia a una auto regulación de manera natural, con una clase de mano invisible en donde el Estado no debe de intervenir, si no sólo ser un árbitro de la Economía, y dejar que sea la mano invisible la que regule el mercado de la oferta y la demanda.
Smith pregonaba que entre las naciones debería existir libertad de comercio y sin restricciones para que cada país venda aquello en lo que es más competitivo, así mismo consideraba esencial la libertad de empresa para crecer y desarrollarse con apenas regulaciones mínimas.
El eje fundamental del liberalismo económico es la propiedad privada, que lo eleva a categoría de derecho fundamental; la libertad del hombre radica en que pueda ser propietario de algo, como se puede observa la premisa contraria al marxismo que concibe la propiedad privada como el mal fundamental de la sociedad.
El liberalismo es el fuego que sigue incendiando naciones enteras. Como liberal debemos entender a las personas que están a favor del aborto, eutanasia, matrimonio igualitario, y demás temas que generan controversia en una sociedad, la división de Iglesia y Estado, la libertad de culto, de expresión, son las ideas liberales las que han revolucionado a la sociedad, es pólvora que detonados continentes enteros.
Es importante mencionar que no todas las personas que están a favor del liberalismo económico, están a favor del liberalismo político, pues el liberalismo va más allá del libre mercado y la no intervención del Estado en la economía, existiendo muy pocos liberales puros.
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