En la popular película de Infinity War, una escena muestra a Spiderman condenado a desaparecer junto con la mitad de la población, aferrándose a este mundo, su última expresión es: No me quiero ir Sr. Stark…
Así, obstinado en no dejar su actual partido, el senador Ricardo Monreal, sigue empeñándose en tener una candidatura que nadie le ofrece, su imagen, se va desvaneciendo, volviéndose polvo, porque en todos lados le dan la espalda: No me quiero ir señor Presidente…
En recientes declaraciones se le nota más disperso, más desesperado y gris; buscando espacio en otros grupos, atacando a su propia facción, desprestigiando procedimientos como las encuestas. Sería “El presidente de la reconciliación nacional”, declara el actual senador en conferencia de prensa, soñando ser el candidato de aquí o de allá, da lo mismo el color, la convicción o los principios; ser el candidato, es el anhelo y lo sostiene. En una reciente entrevista, el Dirigente de Movimiento Ciudadano niega haber establecido conversaciones relacionadas con el tema de una posible candidatura, y al mismo tiempo, el repudio de sus compañeros es cada vez más notorio; sin embargo, aún se sostiene en el juego político, en la cuerda floja.
Con el pie en la puerta, porque no se va de Morena, galantea con los otros partidos, sigue dando juego a la oposición; esta semana en que se le venció, cuando se le arrebataron 4 de 6 gubernaturas, él mismo le defiende, le revive, la oposición no está muerta, dice; porque aún mantiene viva la esperanza de tener dónde refugiarse, dónde tener un espacio cuando no tenga cabida en su partido.
Hoy el senador parece consciente de que no será candidato por el guinda, todo México es consciente, de hecho. El presidente no lo ha mencionado, ni en serio ni en broma, cada que se refiere a los posibles candidatos para 2024; a la distancia se percibe la indiferencia del mandatario hacia Monreal, y eso genera más desconfianza en los ciudadanos. Al presidente le llega mucha información, él no perdona, aunque su actuar no sea el de un tirano, es, mejor dicho, cada vez más sabio, aplica la frase de Arturo Vidal: Con los Judas no se pelea… ellos se ahorcan solos. Y es que se acumulan las evidencias de traición de Monreal, como las últimas reuniones con los partidos de oposición o su intromisión y operación en las elecciones de la CDMX en contra de Morena.
Es fácil esquivar la lanza, mas no el puñal oculto reza un proverbio chino; la suerte es que Monreal se ha mostrado tal cual es, su desesperación le ha empujado a eso, ahora está formado en todas las filas, de todos los partidos, pero muchos han llegado antes que él, lo que nos lleva a pensar, que no habrá lugar en la boleta presidencial para el actual senador; mientras tanto, hace lo que hace todo traidor, antes de irse, ocasionar todo el daño posible. La pregunta en el aire es ¿cuándo van a expulsarlo de MORENA? O quizás solo le mantienen porque “al enemigo es mejor tenerlo cerca”.
Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos. William Shakespeare.
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