Este 12 de diciembre, como cada 12 de diciembre, México se volcó (para aquellos que profesan esta devoción) en su fe religiosa para celebrar, como cada año, a la Guadalupana; sólo que hubo uno en el que los políticos del PRI y del PAN se aprovecharon perfectamente de esa devoción y usaron esa distracción del pueblo para aprobar algo que, a 25 años de ese aborrecible suceso México sigue pagando las consecuencias, la aprobación de deudas privadas de unos cuantos en deudas públicas, resultado de esto, el FOBAPROA.
En la algarabía por la celebración y festividades guadalupanas, en otro lado de la ciudad, más específicamente en la Cámara de Diputados, después de reuniones, presiones, cochupos, tranzas, sesiones, las bancadas de esos partidos aprobaban un rescate a todos aquellos banqueros y empresarios que no pudieron enfrentar ni solventar sus malgastadas deudas, haciendo de esas deudas privadas, deudas públicas, esto es, que todos y cada uno de los mexicanos cargamos desde ese entonces, con su irresponsabilidad teniendo que afrontar (sin pedirnos opinión ni permiso) el pago de esas deudas. Y desde aquel momento, cada nuevo mexicano nace con una deuda de aproximadamente ciento setenta mil pesos y cada año se destinan aproximadamente cincuenta mil millones de pesos del presupuesto, cincuenta mil millones que se van a pago de intereses, no a capital, sino a pago de intereses de una deuda que si bien nos va, se terminará de pagar en unos cincuenta años.
Quizá para los jóvenes, todo esto no tenga mucho significado, no tenga tanta importancia y se preguntarán ¿el fobaqué? Y para muchos ciudadanos no tenga el peso debido. Y si usted piensa que esto no le importa, ni le interesa ni le afecta, está bien, sólo habría que reflexionar en lo que se debería o podría hacer con esos cincuenta mil millones de pesos que se destinan anualmente al pago de un barril sin fondo y en el que, los grandes beneficiados no afrontaron legalmente este delito, este desfalco a la nación.
Luego entonces, valdría la pena preguntar, ¿En qué se podría aprovechar esa cantidad de dinero que muchos no podemos ni siquiera dimensionar? ¿En educación, en salud, programas sociales, infraestructura, en qué? ¿Realmente no le interesa qué se pudo haber hecho en nuestra nación con esa cantidad de dinero?
Nuestro futuro quedó hipotecado por muchos lustros, muchos sexenios, muchas décadas y francamente, hoy en día, muchos de aquellos actores siguen vigentes, unos con un deplorable y miserable cinismo y otros, como el ahora presidente López Obrador, en su momento, oponiéndose férreamente a ese desfalco.
De hecho, hay una entrevista de esos tiempos donde se confrontan tanto el presidente López Obrador y el expresidente Calderón, cada uno ocupando su puesto en la historia, preguntándole el primero al segundo si aprobarían el dictamen sobre el FOBAPROA y como siempre, el segundo cayendo en lo que es su naturaleza, en el descrédito de la mentira, de la falsedad.
No tiene caso entrar al vaivén de los números, es algo a lo que no se le logra dimensionar en su justa medida, lo que si podemos ver es que México, en el periodo neoliberal fue saqueado de una forma aberrante. Millones y millones de pesos fueron extraídos de las arcas de nuestra nación con el beneplácito de los “encargados de vigilar y cuidar” el manejo del dinero de todos y cada uno de los contribuyentes, de todos y cada uno de los mexicanos.
Ahora, que en esta semana se cumplieron 25 años de este robo en despoblado y ahora que cada mañana el gobierno informa en lo que se está usando el presupuesto de los mexicanos, vemos que no se ha pedido ni un peso de préstamo a los organismos internaciones, vemos todas la obras que hay por doquier, los programas sociales que se están aplicando y lo más importante, podemos tener una claridad de lo que significó la aprobación del FOBAPROA y de cómo usaron una fecha especial para aplicarlo, dejando el futuro de muchas generaciones hipotecado y donde se conjuntó todo…
El FOBAPROA, la virgencita y nuestro futuro
https://www.jornada.com.mx/1999/08/02/expediente.html
https://www.envio.org.ni/articulo/390
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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