Sabedores de que la mayoría de la población no votará por ellos, la alianza opositora anunció que casi el 30 por ciento del territorio nacional no es seguro para los votantes: es decir, donde la llevan perdida, con toda evidencia desde ahora, resultan ser los de mayor riesgo.
En realidad, bastiones como Guanajuato y Yucatán tienen la posibilidad de ser de Morena, espacios que considera la alianza que nunca los abandonaría la población. Para la oposición el mito de la inseguridad les ha servido de mucho, o, por lo menos intentan que su exageración. Así la usan para desgastar la imagen de sus contrincantes, para ahuyentar a la gente de las urnas, para llamar la atención a las fuerzas fácticas como el clero y pueda hablar mal del gobierno con ese pretexto. Para evitar que el turismo crezca, para que se declaren áreas que nunca deben visitarse por los extranjeros, para exaltar modelos que nunca sirvieron para nada como el Felipe Calderón o el de Rubén Moreira en Coahuila, donde compró a la prensa para que dijera que la delincuencia había bajado considerablemente cuando no era así.
En fin, la inseguridad es una especie de llave maestra para la oposición que a través de su magnificación en los medios tratan de ganar votos y cancelar las elecciones. Ahora, se dedicaron a, según ellos, proteger a la población de secuestro, desaparición o asesinato señalando los lugares peligrosos, con el fin de que la gente no salga a votar, porque saben que no van a votar por ellos.
La desesperación de la oposición llega al extremo de crear un estado de sitio mediático advirtiendo sobre la inseguridad que ellos provocan. Desde el inicio de las campañas el miedo ha sido el constante en el discurso de la oposición, principalmente en las declaraciones de Xóchitl Gálvez, quien con el mínimo pretexto habla de esa situación.
Para el INE si hay inseguridad en poco más del 20 por ciento del territorio nacional se posponen o anulas las elecciones.
Ahora la inseguridad no es contra la población, ni siquiera con el viejo concepto de daño colateral, la violencia existe entre grupos delictivos, que se pelean los espacios de donde son corridos por las fuerzas armadas del país, que ahora sí combaten el crimen organizado.
El equipo de campaña de Xóchitl Gálvez presentó un mapa tendencioso de riesgo para las elecciones del 2 de junio, en el que establecen que 29.12% de las secciones electorales del país están en ‘alto y mediano riesgo’, ya sea para ir a votar o para los candidatos.
Esto nunca había sucedido en la historia y no es a causa de la inseguridad sino de la desesperación porque proviene de un grupo de partidos aliados entre sí para arrebatar el poder al gobierno. Nadie, con dos dedos de frente puede creer que este “análisis” que sólo trata de mitigar el tamaño de la derrota.
El equipo de Xóchitl que no explica cómo llegó a esa conclusión informó que en Quintana Roo, donde no tiene registro el PRI, el 93.06% de sus secciones electorales se encuentran en ‘alto o mediano riesgo’; en Tabasco el 85.79%; en Guerrero el 83.57%; en Zacatecas el 79.23%; en Veracruz el 55.16% y en la CDMX el 55.39%. Estados donde la derrota será aplastante.
Esta advertencia forma parte de la guerra sucia de la oposición que se suma a los grupos de choque de Taboada que golpea a la población simpatizante de Morena, la agresión física de Mauricio Tabe a Emilio Torruco en el debate, a los montajes de los Yunes en Veracruz, a la compra de votos en Guanajuato, donde la violencia impera desde hace años, pero no se incluye en ese mapa.
Este tipo de estrategias sólo muestra el grado de miseria política y la carencia de propuestas que arrojan como resultado que ellos son los únicos que tendrán miedo el 2 de junio. Pero aquí no termina su temerario pronóstico, sino que se dedicaron, días después, en crear la violencia anunciada.
Como ya nadie les cree, se dedicaron a fabricar ellos mismos la inseguridad que dicen existe, a través de grupos de choque, porros, mercenarios, como sucedió en la carretera Maravatío Atlacomulco, contra la candidata a la alcaldía de Senguio, Michoacán, María Alejandra Vanegas Ríos, quien fue víctima de una tentado por la guardia armada con armas largas del candidato del PRI, Martín Quintana Trujillo, quienes le dispararon a su camioneta.
Por otra parte, Óscar Ruiz Díaz, candidato de Morena, PT y Partido Verde a la alcaldía de Metepec, en el Estado de México, informó que su hijo fue llevado a un hospital tras ser herido de tres balazos por policías municipales, al mando del alcalde con licencia, Fernando Flores, quien busca la reelección por la coalición Fuerza y Corazón por Metepec.
Lo que es más raro aún que estas noticias son difundidas principalmente por medios identificados con la alianza opositora, encargados de hacer real los supuestos de la inseguridad que crearon el mapa con la intención de descarrilar las elecciones.
Para el INE, si hay inseguridad en el 20 por ciento del territorio nacional, se posponen o anulas las elecciones.
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