“El Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara”.
(Gén. 2:15)
Iniciamos el 2023 con mucha actividad de política interior. Desde mi perspectiva, los acontecimientos más trascendentales de la primer quincena del nuevo año fueron: 1) la elección de la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2) la recaptura de Ovidio Guzmán alias “El Ratón” y 3) la Cumbre de Líderes de América del Norte. Y en cada suceso, la fuerza operativa del segundo político más influyente del México actual, fue clave. Adán Augusto López macanea por encima de .300 y tengo absoluta confianza que así se mantendrá lo que resta del sexenio.
Más allá del plagio (que no es cosa menor) y enfocándonos en el pragmatismo político, los ataques mediáticos contra la ministra Yasmín Esquivel fueron precisos. Haya sido fuego amigo o enemigo el resultado fue devastador. El golpeteo dejó fuera del tablero a la torre de Calle Moneda. Fue entonces dónde las tácticas del primer hombre pusieron en marcha el rescate del naufragio de la Justicia. Y aunque llegó “Piña la de Peña”, como muchos la han llamado, me parece que de darse el caso es menos peor concertar con los tricolor que con la corrupta, obtusa y moralina intromisión de Ortíz Mena y Calderón Hinojosa.
La recaptura de “El Ratón” nuevamente provocó violencia en Sinaloa pero era de esperarse. Lo que en esta ocasión marcó la diferencia para que se lograra el objetivo de aprehender a uno de los hombres más buscados del planeta, fue que hoy por hoy quien despacha en Gobernación no es un cordero, sino un hombre que cumple lo que se propone. La coordinación entre todas las dependencias federales involucradas en la operación funcionó como reloj fino y la misma, fue un rotundo éxito. Mientras el avión señuelo de la Fuerza Aérea Mexicana aterrizaba en Culiacán, se escuchaban los gritos incongruentes de quienes le reclamaban al presidente López Obrador por detener al hijo del Chapo con balazos y no con abrazos pero el plebe ya estaba asegurado en CDMX. Ovidio enfrentará a la Justicia.
Después de casi una década se reunieron nuevamente en nuestro país, Biden, Trudeau y López Obrador para discutir la situación de lo que está mal, bien y dónde hay espacio para mejorar los escenarios políticos, sociales y económicos de la región. Una vez más, los de análisis precario y cerebros pequeñísimos, se enfrascaron en la estéril polémica del uso del AIFA para la llegada de los mandatarios. Pero lo que sí abonó para el futuro de la zona, fueron las reuniones de alto nivel en Palacio Nacional. El presidente López Obrador dejó los ladridos afuera y la comunicación inteligente adentro para potenciar a México como el país que afianzará el nearshoring y proseguir con el estable crecimiento económico, por lo menos un sexenio más. Adán Augusto estuvo atento en todo momento, cerca del presidente pero dejando que otros actores políticos hicieran su trabajo de internacionalistas. Un liderazgo tan “laissez faire, laissez passer” como esperanzador.
Así continuará este 5° año de gobierno del presidente López Obrador, respaldado por las acciones de un Secretario contundente que sabe hacer muy bien su trabajo y que usa el poder que se le confirió para que nuestra Nación marche bien. Estos dos tabasqueños están logrando que todo México se fortalezca y así, cuando los tiempos perfectos del Señor lleguen para consolidar La Cuarta Transformación que inició Andrés Manuel, ¡en el Edén de Adán estaremos más que Agusto!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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