Más allá de solo ser una reforma electoral, es una reforma democrática que busca pagar una deuda histórica llena de fraudes, engaños, injusticias … una deuda que ha causado daños irreparables para todas y todos los mexicanos, pero ¿Es posible que dicha reforma sea aprobada?
Vivimos en una democracia, pero en una “democracia” para unos cuantos, esto, producto de un mecanismo obsoleto en el que el INE, instituto que no cuenta con la confianza del pueblo mexicano por ser un instituto faccioso al servicio de intereses nacionales y extranjeros, es el encargado de realizar los procesos electorales del país sin garantizar algún tipo de certeza, legalidad, independencia, parcialidad y objetividad, a pesar de ser el instituto electoral más caro a nivel mundial, por lo que el asegurar una democracia efectiva y de confianza es lo que se busca esta reforma, la cual además posee una gran legitimidad ya que fue propuesta por un hombre (Andrés Manuel López Obrador) que ha sufrió dos fraudes electorales.
En esta ocasión tomaré dos puntos importantes de esta reforma, la cual no solo incluye la creación del INE y con ello varios cambios como la eliminación del INE y de los OPLES o que se reduzca el numero de consejeros y magistrados y que estos mismos sean elegidos por el pueblo, sino que también pretende:
Hacer efectiva la representación de la población en el congreso de la unión mediante la eliminación de 200 diputados y 32 senadores plurinominales, mismos que no elije el pueblo y que llegan al poder para representar a grupos de intereses creados. También se disminuirán en los congresos locales dependiendo el número de población de las entidades federativas. Se mantendrá la representación proporcional, pero se les obligara a hacer campaña, lo que es igual a escuchar y llegar al sentir y al corazón del pueblo.
Eliminación del financiamiento ordinario a los partidos políticos nacionales y locales, a esto aunarle que el estado podrá ahorrar 24 mil mdp que serán utilizados en temas sociales, de infraestructura y de educación.
Dichos puntos: la eliminación de plurinominales y la eliminación del financiamiento ordinario es también una eliminación de privilegios que afectaría directamente a los intereses de los partidos políticos e interés detrás de estos mismos, por lo cual habrá una fuerte resistencia para que esta reforma no sea aprobada porque a diferencia de la reforma eléctrica, esta vez está en juego la sobrevivencia de los partidos políticos de la oposición.
En definitiva, un despertar hermoso le sonríe al pueblo de México en donde se apruebe o no la reforma democrática se logrará, como en la reforma eléctrica, generar un sano debate público. Sin mencionar que quienes voten en contra de esta reforma tendrán que pagar una factura que será cobrada por el pueblo sabio.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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