“… En México y en el mundo surgen grupos que atentan contra la independencia judicial… Intentan diluir la división de poderes y vulneran no sólo uno de los pilares más básicos de nuestras democracias, sino también los derechos humanos de las personas…”.
Ministra Norma Piña. Congreso Mundial de Derecho. Julio 20, 2023. Nueva York, EUA.
https://www.proceso.com.mx/nacional/2023/7/20/en-mexico-en-el-mundo-surgen-grupos-que-atentan-contra-la-independencia-judicial-norma-pina-311142.html
El World Law Congress es un evento bianual realizado por la Asociación Mundial de Juristas, organismo consultor del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, ECOSOC por sus siglas en inglés, de la ONU. Teniendo como tema central el Estado de derecho y cómo afecta a las naciones durante dos días más de 200 líderes del mundo entre los que se encuentran jefes de Estado, autoridades judiciales, activistas y abogados, se dieron a la tarea de reflexionar y hacer propuestas en torno a lo pareciera la preocupación central en el ámbito jurídico del mundo occidental.
Como podemos observar en el programa del evento se incluyeron paneles relacionados con temas muy en boga entre los poderes judiciales de muchas de las democracias capitalistas quienes por lo general se dedican a dar “lecciones y consejos” a aquellos gobiernos de países considerados dentro de su “esfera de influencia”, eufemismo para designar a las naciones sometidas a la hegemonía del poder capitalista internacional.
Efectivamente, es la temática alrededor de la cual los países dominantes miden “los niveles de democracia” que aplican gobiernos casi siempre no afines a las políticas aceptadas por este “mundo globalizado” y que por lo regular sirven para enjuiciar qué “tan bien” están haciendo su trabajo esos gobiernos de izquierda o progresistas. Así, se discutió sobre derechos humanos, igualdad de género, independencia judicial, conflictos armados y paz. Sin faltar por supuesto democracia y populismo, libertad de expresión, transición energética y clima, derecho ambiental y nuevas tecnologías e inteligencia artificial. https://wlc-nyc.com/wp-content/uploads/2023/07/WLC-NYC-2023-PreEvent-Dossier-190723-1.pdf
Creo que no debe sorprendernos que la ministra Norma Piña haya sido invitada a participar en este congreso cuyo lema en esta ocasión fue 60 años haciendo la paz a través del derecho. Revisando el directorio de miembros de la asociación, organizadora de la reunión, encontramos a personajes del conservadurismo identificados con las posturas de la ministra, tales como el ministro en retiro, José Ramón Cosío; el investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Diego Valadés; el magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral, apodado por cierto “magistrado billetes”, José Luis Vargas Valdez; Antonio Navalón, fideicomisario y asesor estratégico de la Fundación Jurídica Mundial y periodista y Luis Almagro, secretario general de la OEA; así como representantes de barras de abogados e incluso de despachos renombrados de abogados. Como diría el clásico puras “finísimas personas”.
La participación de la ministra Piña ocurrió en el foro de Derechos Humanos. Panel Justicia y Estado de derecho. Garantías de la dignidad humana. Se abordaron temas de justicia inclusiva y derechos humanos como herramientas para promover la igualdad, la no discriminación y la lucha contra la violencia de género. Tecnología y principios de un sistema de justicia abierto. Integridad e independencia judicial en el Estado de derecho. El acceso a la justicia como garantía de derechos. Eficiencia, gobernanza y transparencia en la justicia digital.
En este marco la ministra expuso una serie de planteamientos que resultan, por decir lo menos, contradictorios con lo que la tendencia internacional marca en torno al creciente predominio de poderes judiciales conservadores, los cuales se han convertido en un instrumento muy útil para la derecha en su afán por recuperar el poder en países en los que el pueblo le ha dado el triunfo en las urnas a aquellas opciones políticas con proyectos de nación acordes a los interés de las mayorías a través de los llamados “golpes blandos” o lawfare.
La revista Proceso subraya que Norma Piña acusó que en México y gran parte del mundo surgen voces y movimientos que intentar mermar la independencia judicial para eliminar la división de poderes, lo que resulta violatorio de los derechos humanos… intentan poner en entredicho la legitimidad de la función judicial. La ministra Piña pretende crear una imagen internacional de independencia del poder judicial mexicano, cuando ese poder ha estado al servicio de la minoría rapaz de corruptos cuyo poder sigue vivo en nuestro país.
Durante el periodo neoliberal, la connivencia del poder judicial con los otros dos poderes de la Unión: Ejecutivo y Legislativo es fácilmente demostrable. Basta mencionar que, por lo menos durante seis sexenios, todas las reformas constitucionales que se aprobaron, a las que por cierto no se opusieron desde los tribunales o las cuestionaron con la presentación de algún recurso de inconstitucionalidad, facilitando el modus operandi del poder económico-político dominante.
En cuanto a la referencia de la ministra a la división de poderes, quien parece haberla olvidado es el máximo tribunal del país. En varias de sus más recientes resoluciones ha pasado por encima de la independencia del poder legislativo, incluso alguno de los ministros así lo han señalado cuando las decisiones de la mayoría no han respetado las exclusivas funciones del Congreso.
Acerca de poner en entredicho la legitimidad de la función judicial. A lo que se ha enfrentado la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sido a la figura del titular del Ejecutivo que le ha enmendado la plana, de diversas maneras, pero sobre todo a partir de las denuncias de los impresionantes privilegios económico-laborales de que gozan los once ministros. Asimismo, al evidenciar las violaciones en que han incurrido quienes debieran ser los primeros en respetar nuestra Carta Magna y que sin embargo la pasan por alto al no respetar el artículo 127 puesto que perciben sueldos muy por arriba del presidencial.
La legitimidad no puede estar solamente en la letra de la norma, debe ser obtenida a partir del pleno respeto, ejercicio y cumplimiento del marco jurídico al cual están obligados los integrantes del poder judicial. Recordemos las decisiones de ministros, magistrados y jueces que han vulnerado el estado de derecho al dejar en libertad a quienes han violado las leyes o descongelado cuentas bancarias como las de la esposa de Genaro García Luna.
Otros medios como Infobae, Palabras claras, El Financiero, Impacto MX, también subrayaron la alerta que lanzó la ministra Piña acerca de los riesgos ante una eventual vulneración a la soberanía del Poder Judicial… o por las voces que intentan mermar la independencia judicial. Hay intención de alinear a los tribunales a una sola voz… o incluso en lo categórico que resulta la afirmación está en riesgo la división de poderes.
Los elementos más destacados de esta narrativa constituyen la esencia por la cual la mayoría de los ministros de la SCJN están dispuestos a confrontar a los otros dos poderes del Estado mexicano. Están en juego sus privilegios, pero también el mantener los vínculos con la oligarquía mexicana socios en la guerra contra la 4T y su continuidad.
A nivel internacional la manipulación de la verdad sobre lo que hoy vive la mayoría de los mexicanos forma parte de la imagen desvirtuada propalada por los medios de desinformación y sus voceros empresariales, intelectuales, periodísticos, etc. Lo mismo hacen en torno a los gobiernos de Cuba, Colombia, Bolivia, Argentina, Brasil.
Así cuando reúnan las condiciones necesarias para un golpe blando o lawfare contarán con una imagen internacional que hará eco de las voces del conservadurismo dentro del país justificándolo todo. Ministros y magistrados habrán hecho su trabajo contando con la libertad de acción para la cual necesitan denunciar una y otra vez que desde “dentro del país surgen voces que pretender limitar la independencia del poder judicial y la división de poderes”, lo cual ocurre solamente en las dictaduras de izquierda.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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